El fútbol grande se juega con grandes futbolistas pero Florentino Pérez cree que lo importante es que el fútbol se juegue en grandes estadios. Se equivoca. El madridismo no lo perdonará

Todo empezó el día que Florentino Pérez anunciaba el fichaje de Julen Lopetegui como entrenador del Real Madrid, en pleno Mundial de Futbol de Rusia. A partir de aquel momento, la Selección española de fútbol entró en una espiral de inestabilidad que acabó por contagiar al Real Madrid para llegar a la situación actual.
Seis días han bastado para que el Madrid quede fuera de las tres competiciones futbolísticas más importantes y en las que el Madrid paseó su señorío por los campos de futbol: Liga, Copa del Rey y Champions.
Zinedine Zidanne vio venir el desastre madridista. El técnico francés sabía que Cristiano Ronaldo se marchaba y no había proyecto para sustituirle.
Siempre confié en el Madrid, señor de Europa. La Champions era su competición. Pero ésta vez, con la visita del Ajax no tenía yo mucha fe. Y llegué a desear que el equipo holandés no le hiciera una avería.
La noche del Ajax fue patética. Solari no tenía plan B para lo que se le venía encima al equipo. Ha demostrado ser un parche para el grano de Lopetegui.
Y mientras el equipo se arrastraba por el césped del Bernabéu ante el Ajax, Sergio Ramos, que se borró del partido, rodaba un documental para la película de su vida. Tenía que haber estado en el césped como líder que es pero el Presidente del Club, ese Ser Superior, se lo consintió.
La soberbia tiene estas cosas.
Florentino Pérez, por supuesto, no da la cara. Pronto empezarán a exhibirse pancartas en el Bernabéu pidiendo su dimisión como la piden ya a gritos en las afueras del estadio. Lleva 5 años sin fichar un crack porque reserva el dinero para su faraónico proyecto del Estadio Bernabéu y eso no se perdona…
Sin Champions, sin Liga y sin Copa del Rey el Madrid ha perdido el tren de “las glorias deportivas”…
¿Les suena ésta frase?
José Antonio Rosa