Pablo Casado ofrece una “salida digna” para Ángel Garrido tras su descarte como candidato a la Comunidad de Madrid. Descarte que, incomprensiblemente, nunca pensó que sucedería
Y llegó la hora. El Presidente Ángel Garrido recibió una llamada de Génova el viernes por la tarde para que fuera a la sede del partido a las 20.00 horas, apenas 20 minutos antes de que con un tuit se hiciera oficial el tándem electoral que lo dejaba fuera. Garrido iba todavía convencido de que sería el elegido. Nunca dejó de pensar en que sería el elegido. Estaba convencido. Incomprensiblemente.
En Génova lo recibió Pablo Casado a solas en su despacho y, según fuentes de su entorno, el líder del PP le explicó que la razón por la que quedaba descartado era porque la dirección regional no lo quería.
Lo sabía todo el mundo menos él. Su gran exposición mediática, sus dudas ideológicas y sus desprecios a la dirección regional así lo apuntaban…
En Pozuelo no estuvo ni medianamente acertado. Le pudo su amistad con un desnortado Enrique Ruiz Escudero. Hasta trajo MENAS a la villa, en un acto de soberbia política, sabiendo el año que le hacía al PP.
«Sí Ángel se postuló como candidato es porque, cuando preguntó, lo que le dijeron es que probablemente lo sería, si no nunca hubiera dado un paso al frente», explica uno de sus colaboradores. «Cuando en los últimos días empezaron los rumores de que estaba descartado, él habló con Pablo y le dijo que estuviera tranquilo. Era innecesario que lo mataran en directo», añade.
Ese mismo entorno confirman que Pablo Casado le ha ofrecido «varias opciones» para que tenga una «salida digna» ya que no podrá ingresar en el Consejo Consultivo para ex presidentes regionales que eliminó Cifuentes sin que la Asamblea de Vallecas haya aprobado todavía el estatuto que regulará la situación de estos ex altos cargos autonómicos.
Garrido, en cualquier caso, es pasado. Empezó su carrera en la administración pública con el CDS de Adolfo Suárez y se curtió en la esfera municipal, por la que siempre ha conservado una devoción especial, donde se estrenó como concejal en Pinto en 1995. La siguiente legislatura se trasladó ya al Ayuntamiento de la capital bajo las siglas del PP, con las que formó parte de los mandatos encadenados de José María Álvarez del Manzano, Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella.
Su gran salto político llegó en 2015 de la mano de Cifuentes, que le ofreció ser su número dos si llegaba a ser la presidenta de la región más importante de España, donde se decide la distribución de un presupuesto de más de 20.000 millones de euros.
La polémica de las irregularidades del máster de quien había sido su mentora, con la puntilla de la difusión del vídeo sobre su presunto hurto de cremas en un supermercado, lo catapultaron casi de la noche a la mañana a lo más alto del podio autonómico.
Pepero Pozuelero