La Policía Nacional ha encontrado el cadáver de una mujer de 92 años, en avanzado estado de descomposición, que su hijo mantenía en su domicilio de Carabanchel para seguir cobrando su pensión, ha informado una portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.

El hallazgo se produjo ayer sobre las 13 horas. Los vecinos de una vivienda situada en el tercer piso del número 12 de la calle Salvador Alonso, muy cerca de la Avenida Carpetanta, alertaron a la Policía por el fuerte olor que desde hacía semanas desprendía el piso de uno de los vecinos.

La fallecida es Angelines Sánchez que llevaba años viviendo junto a uno de sus tres hijos, Manuel Enrique, de 62 años. Éste había sido detenido en al menos dos ocasiones por agredir a su madre. Según los vecinos, era frecuente verle borracho y muy agresivo.

Los vecinos explicaron que el miércoles llegó la Policía a la casa. En el interior se encontraba le hijo. Como no abría decidieron derribar la puerta con la correspondiente autorización judicial. La casa estaba llena de basura y en el interior de la vivienda, en una estancia situada detrás de la cocina, estaba un féretro construido de forma artesanal con madera de palés. Estaba sellado y en el interior el cadáver descompuesto de la madre. En la habitación había velas, un pequeño altar y flores.

El hijo fue detenido acusado de estafa al estar cobrando la pensión de su madre durante estos meses. La autopsia ha revelado que murió de forma natural a principios de año. El caso está siendo investigado por los agentes del Grupo V de Homicidios y los agentes de la Policía Científica.

El vecino que vivía enfrente de la casa de Angelines aseguró ayer que llevaba varios días oliendo muy mal. «Casi nunca abría la puerta de la casa por completo y cuando lo hacía el olor era asqueroso», señaló Carlos que llevaba viviendo en la casa solo un año y nunca había visto a la mujer fallecida. «A ella nunca la ví y al hijo en contadas ocasiones ya que no se relacionaba con nadie», apuntó. «Un día nos entregó un currículo y nos dijo que estaba buscando trabajo», agregó.

Otra vecina del barrio, Ángela, explicó que el hijo detenido bebía y era muy problemático cada vez que se emborrachaba. «Angelines tenía tres hijos, una hija y dos hijos. El hijo mayor era esquizofrénico y se fue a vivir con su hermana y el que ahora vivía con ella era muy violento y la pegaba continuamente», señaló.

Otra vecina señaló que el detenido nunca bajaba la basura y que almacenaba en la casa un montón de desperdicios. «Debía la comunidad de vecinos, era muy raro y siempre estaba gritando a su madre», explicó esta mujer. La propietaria de un negocio cercano señaló que hace pocos días escuchó decir al detenido: «A esta hija de su madre la voy a embalsamar».