Historia de la crisis permanente que padece el PP de Pozuelo de Alarcón desde hace 15 años y que hoy ha vuelto a recrudecerse con imprevisibles efectos (IV). Una serie de Pepero Pozuelero
Paloma Adrados ya era candidata a la Alcaldía (2011) y el juez de Gürtel liberaba a Yolanda Estrada después de un año de investigación. Se archiva la causa contra ella y el PP de Pozuelo empezaba a temblar de nuevo. Creían que Yolanda volvería dispuesta a vengar tanta humillación y ahora era la pareja de quien es. Y lo peor era que Estrada conocía bien lo que ha pasado…
La reacción de los conspiradores fue “Hay que seguir machacándola públicamente. Cuestionándola y difamándola. Es nuestra única opción”.
Ante esa situación, Estrada dejó el acta de concejala, ante el estupor de todos los que fueron sus compañeros. Incluso ante la sorpresa del que era Alcalde, Gonzalo Aguado. Ella estuvo manteniendo el acta hasta que el juez le dio la razón a ella. Después se marchó del Ayuntamiento de Pozuelo.
(Yolanda Estrada empezó a trabajar en una empresa privada cuyo dueño, Joaquín Torres, recibió la advertencia de que no contratara a Estrada. Esa fue la ayuda de sus compañeros. Y el señor Torres, que conoció a Estrada en la entrevista de trabajo, se preguntó por qué hablaban así de Yolanda. Y le dio una oportunidad en donde ha trabajado seis años y medio)
Pero volvamos a la lista del PP de Pozuelo en las elecciones del año 2011. Esperanza había elegido a Paloma Adrados e Ignacio González quería que Enrique Ruiz Escudero fuese el número dos. Pero la soberbia de Ruiz Escudero, que quería ser alcalde, hizo que no lo aceptase. Prefirió que su hermana Almudena siguiese en Pozuelo y él irse a la Comunidad, otra vez.
Allegados suyos me confirmaron que Enrique Estaba disgustado pero Esperanza hizo bien porque el PP no hubiera soportado que le impusieran a un traidor. Así las cosas, el PP seguía sin entender nada.
Pero como Enrique quería ser alcalde de Pozuelo, empezó a moverse de nuevo y pensó que lo mejor era asegurarse el apoyo del PP en Pozuelo. Necesitaba un puesto que le diera autoridad ante los afiliados. Ignacio González vuelve a salir en su apoyo le impone a Paloma Adrados como Secretario General del PP de Pozuelo. El Secretario General en Pablo Rivas pero, increíblemente e inesperadamente, dejó de serlo y apareció Enrique Ruiz Escudero. Y los afiliados al partido empezaron a abandonar. No se iban del partido pero dejaban de pagar y a no asistir a las reuniones.
Para Enrique esa legislatura fue agonizante. Su hermana lloraba por las esquinas porque Paloma “le hablaba mal y la hacía trabajar”. Enrique no soportaba la manera que tenía Adrados de hacer política. Trabajando. ¡Esta que se habrá creído! Enrique es más de foto y sonrisa, que de palabras y argumentos.
Y, con el PP desangrándose empezó una legislatura compleja y muy agitada por Paloma Adrados y Susana Pérez Quislant, que empezó a enseñar su patita. Paloma despreciaba a los afiliados peperos. En el fondo se sentía castigada con su llegada a la alcaldía y se limitó a cumplir con lo que le había mandado Esperanza Aguirre: Tranquilizar la Agrupación del PP y hacer un Gobierno plano pese a que Ignacio González había colocado en el Gobierno a dos piezas fundamentales como eran Diego Lozano e Isabel González, su hermana.
El problema era que Paloma Adrados no se fiaba de nadie. Aburrió a la Agrupación con su negación a organizar nada y controló al Gobierno hasta en las más mínimas decisiones. Todo los controlaba.
Y los concejales empezaron a pasar o, directamente, odiarla. Almudenita, fue la primera.
¿Pero qué pasaba en el PP de Pozuelo?
Nada. Enrique estaba aislado y cuando intentaba una iniciativa, Adrados se la negaba… La desesperación de Enrique le llevó a querer pactar hasta con Yolanda Estrada, su enemiga… Pensaba que entre los dos podrían acabar con Paloma Adrados y Susana Pérez Quislant, que tras la huida de Diego Lozano a la Comunidad de Madrid (Jefe de Gabinete de Ignacio González) se había convertido en una implacable colaboradora de Adrados y que, por supuesto, también despreciaba a los afiliados.
Pero Yolanda no entró al trapo. Ella trabajaba en una empresa privada y no tenía ni intención ni ganas de volver a la política y menos de la mano de Enrique. Estrada decía que ella no se fiaba de Enrique y que la alcaldesa era Paloma, pero sobre todo, era la presidenta del PP. Y que si alguien quería robarle la presidencia, que provocase elecciones y las ganase contra ella.
Y ahí empezó una nueva conspiración. Alguien había prometido a Enrique que sería el candidato en el 2015 para el Ayuntamiento y por ese motivo él aguantaba. Esperaba que Ignacio González fuese el candidato del PP a la Presidencia de la Comunidad ya que había sustituido a Esperanza Aguirre que había dimitido.
Pero González no fue el candidato de Rajoy y las cosas cambiaron en el PP de Madrid y en el PP de Pozuelo. En Pozuelo por Paloma Adrados era intima amiga de Cifuentes que había sido elegida como candidata a esa Presidencia.
Cifuentes fue la candidata a la Comunidad y Enrique estaba desaforado. Había criticado tanto y tantas veces a Adrados y había aplaudido los ataques a Cifuentes con tanta vehemencia, que ahora no sabía cómo actuar.
Cuando Paloma Adrados fue designada candidata otra vez por Esperanza Aguirre, le prometieron que sería el número dos de la candidatura porque Paloma se iría de Pozuelo y así él se quedaría de Alcalde pero tampoco quiso. No quería ser segundo en Pozuelo. Era superior a su fuerza.
En el PP cundía el desánimo. Todo se cocía fuera de la sede de la Agrupación pepera.
Adrados quiso liquidar a Almudena Ruiz Escudero de las listas de las elecciones de 2015, relegándola a un puesto que no iba a salir. Enrique habló con Esperanza Aguirre, su protectora, que seguía siendo presidenta del PP regional. Lloró para que su hermana subiera de puestos aunque a él lo llevasen a un puesto alto de la Comunidad. Como Ignacio, aunque defenestrado, le apoyaba a muerte, lo mismo Salvador Victoria, consiguió que su hermana fuese en puesto de salida. Pero él había perdido la batalla.
Pepero Pozuelero