Gustavo González, novio de María Lapiedra, detenido por espiar a famosos con ayuda de un policía

El paparazzi fue detenido el pasado 3 de octubre en casa de su novia en la Cerdanya, a unos 150 kilómetros de Barcelona. María Lapiedra, aterrada y llorando, vio cómo agentes desplazados hasta la residencia obligaban a su novio a poner las manos en alto y se le llevaban detenido hasta Madrid en un furgón policial.
Horas después, llegaba a la comisaría de Chamberí, donde fue interrogado. El arresto se produjo después de que una investigación de asuntos internos de la Policía Nacional acabara con la detención de un agente. Presuntamente, el fotógrafo le solicitaba informes sobre diversos personajes que más tarde utilizaría para fines propios. Básicamente para ganar dinero vendiendo reportajes.
Tras el interrogatorio, Gustavo fue trasladado a su domicilio madrileño, el que comparte con María Lapiedra en San Sebastián de los Reyes, donde se produjo un registro exhaustivo. La policía salió del piso con cajas llenas de documentación. De madrugada los agentes se dirigieron a la casa de la ex mujer de Gustavo González, y madre de sus cuatro hijos, que el paparazzi abandonó a finales de 2017, cuando se fue a vivir con Lapiedra. La ex esposa de González, profesora de profesión, colaboró en todo momento con los agentes y puso a disposición de los policías todos los ordenadores y dispositivos electrónicos de la familia.
Al día siguiente, 4 de octubre, Gustavo González acudió a Sálvame. Muchos compañeros suyos están indignados después de saber que, presuntamente, mandó investigar sus vidas. Gustavo niega haber espiado a famosos, y más con ayuda de un policía. Pero pocos le creen. Y es que, de acuerdo con la citada investigación, el reportero conseguía información sobre personajes a través de un agente. De ser cierto, podría enfrentarse a una pena de hasta cuatro años de cárcel por revelación de secretos. Su novia, la actriz porno María Lapiedra, muy asustada, también tuvo que declarar.
Gustavo González fue detenido por por estar implicado en la trama encabezada por el citado policía. Supuestamente, este fotógrafo utilizaba a este agente de la autoridad para conseguir una gran cantidad de información sobre varios personajes. De ser considerado culpable, podría enfrentarse a una pena de entre uno y cuatro años de cárcel. El caso aún está en fase de instrucción, pero las pesquisas apuntan a una praxis presuntamente delictiva del paparazzi. Según los indicios que se reflejan en la investigación, sería solo Gustavo quien estaría implicado pero a su novia, María lapiedra, también la han llamado a declarar ente el juez el pasado 18 de octubre en la madrileña Plaza de Castilla, dos semanas después de la detención del paparazzi.
Gustavo no acompañó a su novia a las dependencias de la policía judicial en las que ella declaró, y se quedó en la acera de enfrente de los juzgados, según recogieron con sus cámaras compañeros del fotógrafo apostados en la zona. Un testigo ha declarado a la revista Lecturas, que lleva la información a su portada, que Gustavo González está hundido y que Lapiedra «parecía muy asustada» al salir de los juzgados. No pinta bien.
Al habla con el reportero, niega que espiara a famosos, se ríe cuando le decimos si es verdad que salió con las manos en alto y dice que está «más indignado que preocupado».