Ángel Garrido ha criticado los recientes nombramientos del Comité Autonómico del PP de Madrid (está en su derecho), pero me sorprende que no recuerde su propia trayectoria política
Aún sigo sin entender cómo hay personas que se sorprendan de que en los partidos políticos haya diferencias. Las diferencias son sanas. Y las discrepancias, lógicas. Porque un partido político democrático está formado por personas y si todos pensáramos igual nunca se avanzaría ni cambiarían los políticos y los partidos.
Por lo tanto. Rompo una lanza en favor de la discrepancia.
Discrepancia entendida dentro de las normas de los diferentes partidos políticos. Y no aquella que es agitada o difundida a través de los medios de comunicación, cuando el silencio ha sido la pauta de algunos políticos cuando no les ha gustado una u otra decisión.
Ese tipo de conductas en política, a mi me parece, cuanto menos, criticable. Como soy afiliada de base del Partido Popular lo que exijo en mi partido es lealtad y compromiso con el proyecto político que representa y con las siglas. Y cuando escribo, siglas, me refiero a todos los cargos que las representan.
Hace tiempo escribí ante la actuación de una ex diputada del PP que se dedicó a criticar a Mariano Rajoy en los medios de comunicación cuando nunca lo había hecho en los órganos del partido a los que pertenecía. Esta diputada no fue expulsada por discrepar, ni siquiera públicamente. Y esa libertad, como dije en su día, fue consecuencia de la visión política y del partido del que fue nuestro presidente, Mariano Rajoy. Y hoy de Pablo Casado. Nuestro Presidente.
Desde la semana pasada llevo leyendo en medios regionales la “opinión” del presidente de la Comunidad, Ángel Garrido, tras unos nombramientos habidos en el Comité Autonómico de Madrid que preside Pío García Escudero. Y quiero escribir sobre ello porque uno de los nombramientos afecta a la alcaldesa de Pozuelo. Y, sobre todo, porque no tengo la oportunidad de decirlo en ningún órgano del partido. Y sin embargo, como afiliada y en su día candidata al PP de Pozuelo, sí conozco la manera de actuar del actual presidente de la Comunidad. Y creo que es mi deber hacerlo.
En primer lugar, quiero dejar claro que para mi Garrido está haciendo una gestión magnifica al frente del Gobierno de Madrid. No es una crítica, por tanto, a su papel como Presidente de todos los madrileños. Ni siquiera es una crítica. Es simplemente una discrepancia, como otras que he tenido con él. Y, a pesar de todo, en lo referente a la Asamblea local de Pozuelo, defendí que él estaba en su libertad de hacer lo que quisiera y de apoyar a quien quisiera.
Y hablamos de Pozuelo de Alarcón, mi ciudad. Y la de muchos de vosotros que me seguís en este Rincón de Libertad. En aquel proceso interno, Garrido necesitó el apoyo de los votos de la alcaldesa para que su candidato, Enrique Ruiz Escudero, ganase el proceso interno de nuestro partido. Y pactó con ella. Por eso me sorprende que ahora desde Sol no vean con buenos ojos el reciente nombramiento de la alcaldesa de nuestro municipio para representar a otros alcaldes de la Comunidad en un órgano del partido: el Consejo de Alcaldes. Hace una año sí la necesitó, y ahora….
Supongo que el cambio de criterio tendrá alguna justificación más allá de no haber conseguido que en el último proceso interno de mi partido en Pozuelo, su candidato y Presidente local, gracias al apoyo y a los votos, entonces, de la Alcaldesa, hubiese perdido.
Pero sobre este tema pozuelero, no voy a escribir nada más, por el momento. Cada cual sabe lo que pasó y cómo pasó. Y remover cosas pasadas, no conduce sino a la melancolía. Así que miremos el presente y el futuro. Con ilusión. Y con reflexión.
He leído una entrevista este fin de semana de Ángel Garrido en la que afirma que quizá las discrepancias internas en el PP de Madrid son consecuencia de que quienes dirigen el partido no han sido elegidos por los afiliados. Es su opinión, claro.
Respetando su opinión, tengo que decir que no la comparto en absoluto. ¿Acaso a él le elegimos los afiliados como secretario general en el congreso autonómico de 2017?
A mí me sorprende, como afiliada, que Garrido apele a que no ha habido Congreso. Hubo una situación extraordinaria, consecuencia de una dimisión por parte de quien presidia el partido, Cristina Cifuentes. Y los mecanismos internos y reglamentarios del partido, empezaron a funcionar.
Primero. Es curioso que ese mismo hecho determinante, le ha hecho a Garrido Presidente de la Comunidad sin ser el candidato del PP. Pero de este asunto, ni media palabra. Igual que en su día pasó con Ignacio González. Ni Garrido ni González fueron propuestos por el Comité Electoral Nacional como cabezas de lista del PP en nuestra Comunidad. Ni fueron votados por los madrileños para ser sus presidentes. Ambos formaron parte de las candidaturas respectivas de Esperanza Aguirre y de Cristina Cifuentes. Y ambos llegaron a presidentes de la Comunidad de Madrid. Repito. Sin ser cabezas de lista del PP a la Comunidad. Los dos elegidos, cada uno, por su cercanía y confianza con Aguirre y Cifuentes.
Sin embargo, ¿está menos legitimado Garrido que aquellas cabeza de lista a la que votamos?
En segundo lugar. Cristina Cifuentes y él mismo, formaron parte de una Gestora previa al Congreso que ganó Cifuentes. Gestora que él no cuestionó en ningún momento. Y Gestora, donde hubo personas que entonces y ahora, ocuparon los mismos cargos de dirección del partido. ¿Por qué antes si era válido y ahora no? No lo entiendo.
Tercero. No me gusta que nos tomen por tontos a los afiliados. Y no quiero con estas palabras ofender a Ángel. No es mi intención. Pero en las primarias se eligió entre dos nombres. No entre dos equipos. Y ganó Cristina Cifuentes. No Cifuentes y su Comité Ejecutivo o el que fue su Secretario General. Si las primarias se hubieran celebrado conociendo los equipos, quizá habría otros matices sobre los que reflexionar hoy. Pero como no es el caso, no quiero perder el tiempo en ello.
Y llegó un Congreso con una sola candidata. A diferencia del Congreso Nacional al que llegaron dos candidatos. Cifuentes nombró a su equipo con absoluta libertad y los compromisarios no pudimos elegir más que su nombre o votar en blanco o nulo.
Es decir. Los afiliados y compromisarios votamos a Cristina Cifuentes con absoluta libertad. Ahora bien, los nombramientos que ella hizo, los hizo sin escuchar el sentir de los demás. Y estaba en su derecho y así debe ser. Cada presidente debe elegir a su equipo. Y ella lo eligió, como en su día, Esperanza y, hoy, Pío García Escudero.
Por eso no entiendo que Ángel Garrido, político listo, diga lo que dijo. ¿Cuestionaba al Comité Ejecutivo? Seguro que no, o quiero pensar que no. Porque cuestionar una medida extraordinaria y excepcional por hechos que Mariano Rajoy y la dirección Nacional desconocían, es tanto como no aceptar las normas internas de nuestro partido.
Y estoy convencida que Garrido acepta las normas que a él mismo le han beneficiado. Al menos, durante la presidencia de Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. Gracias a ellas, él, hoy, es Presidente de la Comunidad.
Sin embargo, sería bueno conocer por qué no se opuso en el Comité Ejecutivo Nacional del PP al nombramiento de las personas a quienes se les encargó ponerse al frente de los órganos de dirección del PP de Madrid. Comité al que él pertenece. Y, por qué, tampoco intervino en el “cuestionado” Comité Ejecutivo de Madrid en el que se produjeron los nombramientos. Comité, que por cierto, no es una Gestora y en el que se mantienen todos los vocales de la lista elegida en Congreso del PP de Madrid, a diferencia de lo que sucedió entre el último Comité de Esperanza Aguirre y la Gestora de Cristina Cifuentes.
Sería bueno que explicase a los afiliados del PP de Madrid por qué no lo hizo. Quizás pudiéramos entender, así, algunas cosas. Pero, en todo caso, las discrepancias son naturales en un partido como el nuestro en el que prima la libertad.
Gracias,
Yolanda Estrada