Jane Fonda es una de las actrices más reconocidas de Hollywood y a sus 80 años cuenta con una vitrina de premios envidiable. Pero detrás de la intérprete todavía se esconde una tímida niña de 12 años asustada por la muerte de su madre.

Hasta ahora, Fonda se ha negado a hablar sobre el suicidio de su madre, Frances Ford Seymour, quien se quitó la vida en 1950. Pero en un nuevo documental que estrena con la plataforma HBO, «Jane Fonda in Five Acts», la actriz se atreve a relatar por primera vez su infancia con una madre bipolar. «Si uno de tus padres no es capaz de compartir sus emociones, de mirarte con cariño, es un golpe muy duro», reconoce la actriz en la revista «People».

«Cuando eres pequeño, siempre piensas que lo que pasa es culpa tuya porque no puedes culpar al adulto, de ellos depende tu supervivencia. Hace falta tiempo para no sentirte culpable», asegura Fonda, quien durante gran parte de su vida pensó que era la responsable de la muerte de su madre.

Frances Ford Syemour era una conocida canadiense que contrajo matrimonio con Henry Fonda en 1936. El matrimonio tuvo dos hijos, Jane y Peter. A sus 42 años, Frances se quitó la vida cortándose la garganta mientras estaba ingresada en un hospital psiquiátrico.

Henry Fonda contó a sus hijos que la muerte de su madre había sido causada por un ataque al corazón y su hija no descubrió la verdad hasta varios años más tarde, mientras leía una revista en un set de rodaje.

Pasado un tiempo, la actriz tuvo acceso al historial clínico de su madre, descubriendo la verdad que su padre tanto había intentado ocultar. «Cuando empiezas una búsqueda así y encuentras las respuestas que buscabas, al final te das cuenta de que no eras culpable de nada», reflexiona Fonda, «no es que no pudiera quererme, es que tenía problemas. Y cuando entiendes eso, sientes empatía y puedes perdonar».