Terelu Campos ha tenido que volver al hospital en el que se operó el pasado 11 de julio, la Fundación Jiménez Díaz, mucho antes de lo esperado. Tras someterse a una intervención en la que los médicos le extirparon un tumor primario en el pecho izquierdo, la hija de María Teresa Campos se ha esforzado por hacer una vida más o menos normal. Si bien lo intentó con creces, pues incluso viajó hasta Málaga para disfrutar de unos días de descanso, finalmente ha tenido que recurrir a la ayuda de los médicos.

Según explicó ella misma a su salida del hospital, el objetivo era aliviar los dolores que le provocaba un hematoma interno situado debajo de la axila. «He venido a que me drenen la zona que está inflamada. Estoy ahora mismo dolorida. Es una cosa sencilla, pero estoy dolorida. Espero que esto mitigue el dolor», contaba a las puertas del centro médico.

A pesar de encontrarse mejor que cuando entró, Terelu no tenía ganas de sonreír y, con el rostro serio y oculta tras unas grandes gafas de sol, admitía que no tenía ganas de hacer planes veraniegos.

Estos próximos días son claves para la colaborada de Sálvame ya que los médicos que llevan su caso se encuentran a la espera de los resultados definitivos que les ayudarán a decidir si se podrá someter o no a una doble mastectomía. A pesar de ser una intervención compleja, Terelu Campos cree que es la mejor decisión que puede tomar pues someterse a esta operación significa reducir el riesgo de que el tumor pueda reaparecer en el futuro.