¿Alguien sabe por qué Enrique Ruiz Escudero no fue candidato a la Alcaldía de Pozuelo en año 2011 en lugar de Paloma Adrados? Yo sí. Y Yolanda también. Un artículo de El viejo rockero J.P.
Con este calor de mil demonios, sólo me apetece ponerme el aire acondicionado. Música buena. El boss. Y cerrar los ojos desde mi butacón.
Cierro los ojos y vuelvo a ese Pozuelo de hace años. Ella a mi lado. Sonriendo. Con esos ojos grandes. Esas pestañas. Su dentadura, perfecta. Ese hoyuelo a la derecha. No quiero seguir que me emociono.
Por eso he decidido escribir. Para evadirme. Porque recordarla en todos mis momentos, hace que sienta dolor. Un dolor que me parte en dos.
Por eso quiero despejar mi cabeza. Y volver a aquellos tiempos. Todo se repite.
Enciendo mi ordenador.
Contaba la semana pasada la campaña que se hizo contra Yolanda Estrada. No me arrepiento. Total ella sabe que es verdad. Y me quedo muchas cosas en mi memoria que algún día le diré a ella personalmente.
Pero esos ataques hacia ella no cesaron cuando llegó a ser concejala. Ni mucho menos. Siguieron y aumentaron. Ay Leopoldo Gómez, que en paz descanse. Si levantara la cabeza, cuántas cosas contaría. ¿Verdad, Enrique Ruiz Escudero?
El amigo Leopoldo fue el gran difusor de todas las groserías y maledicencias contra Yolanda Estrada. Sin embargo, un día, me contaron que Leopoldo cayó en las redes de Estrada. Si. Al final, la chiquilla que llegó pisando fuerte se ganó al todopoderoso de Leopoldo.
Pero, claro, Leopoldo ya no podía parar lo que él y sus coleguitas de farras habían empezado.
Cuánta mala leche hay en los pueblos. Cuánto incordio. Envidia. Y difamaciones. Pero necesitaban darle publicidad. Y apareció un medio de comunicación dispuesto a difundir todas las difamaciones.
Un día mi señora y yo andábamos de paseo por la estación. Alguien cercano al PP, muy cercano, nos habló de ella. Y nos dijo que estuviéramos al tanto de todo lo que publicaba ese diario. Nos avisó para que nosotros nos informáramos puntualmente y después lo contáramos.
Querida Yolanda, reconozco que, aún sabiendo que eras el objetivo de Pepe, Leopoldo y Ruiz Soto (Tú y Sepúlveda), al principio me escandalicé, como todos, por los temas de Gürtel. Incluso, querida compañera, reconozco que te juzgué y condené. Pero ella. Mi mujer, siempre fue sabia y me impidió hablar de ti.
Sin saber de leyes ni de Constitución, mi querida esposa tuvo más sentido común que todos los manipulados que, como yo, te condenamos. Gracias a varios populares. Si. Populares de Pozuelo de Alarcón.
Mi mujer no se lo creía. Decía que tú tenías la mirada demasiado limpia y sincera. Y ellos, los otros, muy sucia y oscura. Y me dijo que pensase a qué se dedicaba cada uno. Cuáles eran sus trapicheos normalmente. Para darles credibilidad alguna.
Con el tiempo entendí que todo partió del Ayuntamiento. He leído tus crónicas de la sentencia. Y tu apelación a que se investiguen las acusaciones falsas. Bueno, pues yo te doy una pista. Que lo mismo, hasta acertamos los dos.
Creo que esos anónimos se redactaron de manos de algunos cercanos a la gran Casa Consistorial. Ten cuidado, niña. Porque en Hacienda, alguno más que otro, te ha odiado y ha financiado a esos medios que tú sabes que no son muy decentes. Con toda la razón.
Por otro lado, mira hacia la primera planta del Ayuntamiento. Los anónimos suelen circular bastante y han sido armas arrojadizas de etapas conocidas por viejos del lugar. Viejos muy viejos. Que se lo enseñaron a otros viejos. Y que esos otros viejos, puede y digo puede, que se lo hubieran enseñado a sus vástagos.
Y sí. Estoy seguro que fastidió que dijera el Juez que estabas limpia. Tanto fastidió, que la guerra contra ti no hizo más que empezar.
Enrique se veía candidato a la Alcaldía en el año 2011. ¿Qué falló? Yo os lo contaré. Pero ella, Yolanda Estrada, también tuvo mucho que ver.
Sorpresas de la vida.
El viejo rockero J.P.