Tercer análisis, entre jurídico y político, de la sentencia del Caso Gürtel en lo que concierne a Pozuelo y Jesús Sepúlveda. Hoy, la labor de un fallecido Ingeniero Municipal por todos conocido
Y nos vamos acercando al tema del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón. Y aquí no tengo ninguna duda que había ganas de intentar vincular a Sepúlveda, como Alcalde, a toda la trama de Correa. Lo sabía desde hace años. Lo sé. Y, tras la lectura de la sentencia, he comprobado que mi intuición no ha fallado.
Jesús Sepúlveda tenía que estar implicado como Alcalde. Fuese como fuese. Solo siendo Alcalde las penas aumentarían y sería más escandaloso.
Sin embargo, los magistrados y el Ministerio Fiscal no se han dado cuenta de que hay un municipio detrás. Muchas personas. Demasiadas. Y sabemos quién es quién. Y, además, sabemos que la inmensa mayoría de lo escrito no responde a la verdad.
Os invito a leer todos los folios dedicados al Ayuntamiento. Desde el folio 1.280 en adelante.
En primer lugar, me parece que afirmar que el señor Sepúlveda introdujo conductas corruptas en el Ayuntamiento de Pozuelo es absolutamente temerario, falso y muy poco ejemplar por parte de los magistrados.
¿Están ellos seguros de tal afirmación? ¿Fue Sepúlveda quien “introdujo” esas conductas corruptas?
Mirad, amigos, cada uno podrá pensar lo que quiera pero yo trabajé antes de Sepúlveda en el Ayuntamiento y después, como concejal, así que conozco algo lo que hubo en ambos casos.
Niego la mayor. Jamás hubo corrupción política. Nunca. Y afirmar lo contrario es perjudicar a muchas personas sin pruebas y sin argumentos.
En el año 2003, junio, había un funcionario imputado por un delito. Llevaba imputado varios años. Le abrieron un expediente disciplinario en la época de Martín Crespo y se lo cerraron sin ninguna sanción. Este funcionario, Ingeniero Municipal por todos conocido, hoy fallecido, ocupaba una Jefatura de Servicio que fue otorgada por el Alcalde José Martín Crespo de forma libre.
Pues bien, ante el escándalo mediático que había en torno a la figura del ya fallecido Ingeniero y sobre sus formas de trabajar conocidas por muchos, Jesús Sepúlveda me encargó a mi acabar con ese poder.
Espero que todos entendáis que escribo desde el respeto que siento por quienes ya no están para defenderse o para que cuente la historia libremente, como lo hago yo. Pero los que sabéis a quién me refiero, sabéis que llevo razón y los hechos me avalan. Y se pueden comprobar.
Eché de su despacho al Ingeniero y propuse su cese como Jefe de Servicio. Y fue Jesús Sepúlveda quien le cesó en su Jefatura de Servicio. Aquellos momentos fueron muy complicados. Demasiado complicados. El Ingeniero recurrió el Decreto de Cese. Y no hablo por hablar ya que ese expediente está entero en el Ayuntamiento. El Ingeniero, como eras lógico, no sentía gran simpatía por ninguno de nosotros. Y al final, ganó el Ayuntamiento la batalla judicial.
Quiero explicar que este funcionario es quien preparaba los pliegos técnicos y los criterios de adjudicación de todos los concursos de obras. No había otro Ingeniero de Caminos en esos años. Y la ley es clara y taxativa en ese sentido. Por otro lado, el ingeniero era quien valoraba las propuestas que se presentaban y jamás, nunca, ejerció Jesús Sepúlveda ninguna influencia en él. Nunca.
Al margen de que él mismo, el funcionario, reconoció en fase de Instrucción que “nadie le daba instrucciones a él”. Yo puedo acreditar que su relación fue pésima con Jesús y conmigo los dos primeros años de legislatura. Y eso quienes lo vivimos, lo sabemos.
Sabemos muchas cosas de él y con quien se veía y a quien apoyaba para desbancar al PP en Pozuelo. Porque este señor, que en paz descanse, se jactaba de que iba a terminar con Sepúlveda y el PP. Y eso es una verdad absoluta.
Dicho esto. Ahora quiero contaros qué corrupción introdujo Jesús Sepúlveda en el Ayuntamiento.
1º.- Me exigió que todos los pliegos fueran de conformidad con la ley. No quería problemas con el Ingeniero en cuestión y me pidió mano dura, con la ley en la mano.
Así fue. Recuerdo reuniones con el técnico de contratación para que todos los criterios fueran de conformidad con la ley. Creo recordar que elevamos el criterio en puntuación en relación a la oferta económica. Y esta intervención de ley no le gustaba al técnico.
Hasta entonces él era el dueño y señor de los pliegos. Entonces ni había concurrencia ni transparencia suficiente para que se pudieran estudiar varias ofertas. Y, por desgracia, todos sabían quiénes hacían las obras en Pozuelo de Alarcón.
Así que, cuando leo en la sentencia el desglose que hacen los magistrados en relación a dos obras, simple y llanamente, me hace gracia. Porque buscan, al precio que sea, cómo justificar delitos que no se cometieron.
Respeto la opinión de un técnico del Estado. Pero también respeto la del técnico de contratación. Pero a los magistrados y a la fiscalía, solo les sirve la opinión del técnico del Estado para cerrar su círculo de culpabilidad. Hubo cierta arbitrariedad en 15 de los 100 puntos de valoración. Y por eso, Sepúlveda es el culpable.
Quiero aclararos que en los expedientes de contratación, cuando se informaban jurídicamente los pliegos, también la Secretaria del Ayuntamiento estaba presente en las Juntas de Gobierno como Habilitada y fedataria pública. Nunca advirtió en sus informes o verbalmente de ninguna ilegalidad en el contenido de los pliegos. Lo cual me extraña que jamás hayan exhibido esos informes, ni les tengan en cuenta los Magistrados a la hora de redactar la sentencia.
Los pliegos nunca fueron recurridos. Jamás. Nunca. Ni por parte de la oposición, ni por parte de ningún licitador. Es más, si adolecían de algún vicio de nulidad absoluta (La arbitrariedad), podrían haberlo invocado en el Contencioso Administrativo, ¿no? Pero, claro, quizá ir al Contencioso y leer la conclusión de esos expedientes administrativos iría en contra del buen fallo de la sentencia penal.
Siento la ironía pero es que, cuando yo declaré, podrían haber comprobado la concurrencia en las obras de Pozuelo en los últimos años. Así hubieran comprobado que desde que Jesús Sepúlveda accedió a la Alcaldía se amplió la participación en los concursos. Y eso fue bueno para Pozuelo, los vecinos y el Ayuntamiento. Aunque a algunos no les gustase.
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¿No creéis que podrían haber solicitado un certificado al Ayuntamiento de las obras de los últimos diez años para conocer el número de licitadores y los criterios de adjudicación que se aprobaban?
Yo creo que podrían haber practicado esa diligencia. Han tenido 9 años para hacerlo. Y, digo yo, después de comprobar determinados aspectos, que afirmen o confirmen que Sepúlveda introdujo las prácticas corruptas en el Ayuntamiento de Pozuelo. Esto es querer saber la verdad.
2º.- Pero voy más allá. Y no penséis que no lo he dicho en Instrucción y en el juicio. Lo que aquí explico, está más que redicho. Pero no ha sido del gusto ni de la Fiscalía ni de los Magistrados.
Sepúlveda aprobó que la oposición, el PSOE en aquel momento, formara parte de las Mesas de Contratación.
La sentencia recuerda que la oposición votó en contra de las dos adjudicaciones en la Mesa de contratación. Pero se le olvida añadir a sus Magistrados, para completar el escenario, que fue precisamente Jesús Sepúlveda quien quiso que la oposición formara parte de esas Mesas de Contratación. Transparencia.
Anteriormente el PSOE nunca formó parte de ese órgano consultivo. Nunca. Y repito. También podrían haberlo comprobado la Fiscalía y los Magistrados porque, en esos Pliegos, está la composición de la Mesa de Contratación.
Una pena que no se hayan preocupado por saber la verdad. Pero esta es la verdad.
Transparencia y concurrencia en la contratación. A pesar de muchos.
¡Y aún queda tanto que contar!
Continuará…
Yolanda Estrada