La sentencia del Caso Gurtel y la condena a Jesús Sepúlveda están dando mucho que hablar en Pozuelo cuando casi nadie se ha leído sus 1.700 folios. Es lo que tienen estos mediáticos casos
Hoy no quería hablar de política municipal. Me interesaba mucho más la vida de mi alrededor. La de mi familia.
El día “amenazaba” tranquilo. Luisito no pudo dormir la noche anterior. Estaba muy nervioso. Se levantó tres veces a preguntarme qué hora era. No quería llegar tarde a su comunión.
Por fin llegó su gran día. Y yo, lo reconozco, lloré. Me emocionó ver a mi hijo comulgar. Y ese momento me invitó a olvidarme de todas las cosas negativas que rodean a mi pueblo.
Luego la celebración en casa de mis padres. Fue todo perfecto. Familiar. Tranquilo. Con algún susto que otro por las travesuras de los niños. Con los ladridos de Tobby. Mi vestido causó sensación. Más publicidad. Paqui, mi prima, no se imaginó que lo diseñé yo. Ahora creo que anda diciéndoselo a todo el mundo.
Y todo fue como Luisito quería. Y yo, me encontraba feliz por estar con los míos. Pero había un poso de tristeza en la cara de Sebastián.
Y, como cuando uno termina un libro y lo cierra, llegó el momento de los comentarios de tarde entre familia. Y, por supuesto, salió el tema Jesús Sepúlveda. Y ahí, no me quedó más remedio que volver a la política. El tema lo merecía.
¿Condenado a más de 14 años? Sebastián estaba indignado. Mi prima le pidió que se tranquilizara. “Nos ha engañado a todos”, dijo Sebastián. Para él siempre ha sido el mejor Alcalde. Una gran persona. Un tipo elegante y educado. Le recordaba paseando por el pueblo. Parándose con todo el mundo. Pero, para Sebastián, nos tenía engañados.
Escuché sus argumentos con absoluta calma. Y, al final, Luis, que siempre da en el clavo, le preguntó: ¿Pero qué ha robado a los vecinos de Pozuelo? Sebastián lo miró incrédulo. La pregunta no se la esperaba. Y la respuesta fue su silencio.
Paqui le dijo que no se había leído la sentencia. Le justificó porque tenía mucho cariño a Sepúlveda. Y Sebastián por fin bajó la cabeza y la escondió entre sus manos.
A mí la sentencia no me pilló por sorpresa. Ya me había adelantado hace casi un año una colaboradora que esa sentencia estaba redactada. ¿Cómo me dijo? Ella pensaba que se construiría desde el mismo fallo que pretendían dictar. Esa fue su percepción. Yolanda Estrada me dijo que su sensación es que dijeran lo que dijeran los testigos, Jesús ya estaba condenado. Y, parece que así ha sido.
La llamé el jueves nada más conocer la noticia y ella me dijo que aún no se había leído la sentencia, por lo tanto, no podía decirme nada. Pero que no le sorprendió nada la condena.
El PP condenado, dicen algunos, por corrupción. También por la campaña del 2003 de Sepúlveda en Pozuelo. Pero luego he leído que el PP no está condenado por nada. Ni por corrupción ni por ningún delito. Simple y llanamente, como dijo mi prima, es responsable civil.
Mi prima si ha leído parte de la sentencia y expresó su disgusto por cómo está redactada. “¡Es tan desproporcionada!”, afirmó. Densa. Con una mala redacción. Con muchas “hipótesis” de los mismos magistrados. Con juicios de valor que no se esperan de unos jueces.
Demoledora, sin muchas pruebas. Y con un importante apoyo de un delincuente. Pero la leerá. ¡Son casi 1700 folios, Sira!
Hoy lunes. Desde mi taller. Miro por la ventana y sigue lloviendo.
¿Por qué será que opinamos sobre lo que no sabemos?
No sabemos qué dicen de Pozuelo. Y la accidental Alcaldesa opinando en un tuit vergonzoso. No conocemos si la sentencia es o no firme. Me dicen que recurrirá Sepúlveda.
Como yo no me he leído la sentencia. (Hoy me pasará Paqui los folios donde se habla de Pozuelo). No voy a hacer ningún alegato. Pero eso sí, quiero decir que Jesús Sepúlveda fue un magnífico Alcalde. Y es buena persona. Y le queremos muchos vecinos. Y que el desprestigio de Pozuelo no viene de la mano de Sepúlveda. Viene de la mano de aquellos cargos del PP que han cobrado durante tantísimos años sin hacer nada por nuestro pueblo. Que pregunten a los vecinos de Húmera.
El desprestigio viene cuando los pozueleros votamos a una persona y nos “colocaron” a otra con el dedazo de Esperanza Aguirre. El desprestigio viene cuando una concejala, hermana de un Consejero y presidente del PP de Pozuelo, se le descubre que disfrutó de una vivienda social cuando cobraba casi 70.000€. Y sigue sin dimitir.
Muchos amigos de Pozuelo miran las calles, el abandono del PP y la falta de empatía de los gobernantes de mi pueblo y dicen que Pozuelo jamás ha estado peor.
Al menos Jesús Sepúlveda mejoró Pozuelo. Cambió todo. Y Paloma Adrados y Susana+ERE, se han dedicado a criticarle. Pero que no lo olviden. Aún entrando en prisión, los vecinos. Los pozueleros, seguiremos acordándonos de aquellas dos legislaturas. Cuando Jesús Sepúlveda era Alcalde de Pozuelo. Y lo recordaremos con una sonrisa de añoranza.
Y con mis palabras no justifico la corrupción. El que la haga, que la pague. Pero con hechos probados.
Sira Q.