El problema del Gobierno y del PP de Pozuelo, y del que nadie habla, es que está inmerso en peor corrupción política: Su pérdida de valores políticos. Un artículo de Juan Mill

Siempre me gustó la película “Murieron con las botas puestas” de Raoul Walsh con Errol Flynn y Olivia de Havilland. La elegancia de personas que están dispuestas a darlo todo por una causa, valientes por defender una causa justa, es maravillosa. Mi abuelo solía decir que con “tesón” se llega a cualquier sitio en la vida. Sin embargo, en los últimos tiempos tengo la impresión de que, hoy en día, esa lucha por una causa justa nos hace más falta que nunca. Y no para dar de comer a la familia, que eso mal que bien lo tenemos bastante defendible, nos hace falta esa constancia en la lucha contra la corrupción política.
Pozuelo de Alarcón es un ejemplo de ello, es como el botón de la muestra. No sé si anteriormente ha habido mucha o poca corrupción económica, los tribunales lo dirán, yo pienso que mucha a la vista de la calaña que está desfilando por los tribunales de justicia. Pero hay otro tipo de corrupción de la política que para mí es casi peor, se trata de la absoluta pérdida de valores políticos. Y el PP de Pozuelo los ha perdido.
Soy profesor de filosofía y enseño algo que se llama el principio de la autoridad (auctoritas) y se refiere a la influencia política por antonomasia. Este término expresa autoridad social y personal, fundada en la virtud, el arte y el ingenio personal, la edad y la experiencia y en la fuerza material. De forma sencilla se puede enunciar que “solo el bien común puede ser el principio de la autoridad”, es decir, para explicarlo de una forma sencilla, un padre o madre no puede decir “esto se hace así porque yo lo digo”, la razón a esgrimir siempre es el bien de la unidad familiar.
Lo mismo pasa a nivel local, en Pozuelo de Alarcón, todos clamamos “¿pero qué está haciendo esta señora alcaldesa?” y la respuesta es: “Lo que le da la gana, no atiende a razones”.
¿Pero qué está haciendo el PP de esta ciudad? y la respuesta es: “Ya no tiene valores. Los ha perdido en medio de la desgana y todo les da igual”.
A ella, el bien común le da igual, solo piensa en su carrera política y, a mi entender, esta es la peor forma de corrupción política, la del poder.
Y el PP solo piensa en sobrevivir… Y esta es otra forma de corrupción política. La de morir con la cabeza agachada… zombis de la política.
Por eso, desde mi humilde cátedra, me quiero unir a tantos ciudadanos y funcionarios afectados por esta falta de valores y quiero morir de pie. “Morir con las botas puestas”, pidiendo una solución urgente para Pozuelo.
Juan Mill