Crónica de un Pleno en el Ayto. de Pozuelo que pudo haberse celebrado en el Ayto. de Majadahonda, porque sus mociones le afectaban lo mismo, incluida, la de la M-503
Lo mejor del Pleno de hoy en el Ayuntamiento de Pozuelo es que ha sido breve. Puf. Relativamente breve, sobre todo en lo referido a las mociones. Y eso, aunque no lo crean es una cierta ventaja cuando se trata de un Pleno pesado y que podía haberse celebrado, perfectamente, en el Ayuntamiento de Majadahonda. Y digo Majadahonda como podía decir Vitigudino o Villar del Río. A todos les afectaban por igual. Si he puesto como ejemplo a la ciudad majariega es porque había una relacionada con la M-503. Esa autopista que nos une y tal.
Pero si las mociones fueron una plasta que apenas tenían que ver con la política pozuelera, las preguntas, en cambio y como siempre, han sido dinámicas, vivas, interesantes y pozueleras.
Avanzaré que la relativa a la reciente crisis del Gobierno Quislant cumplió con las expectativas anunciadas en la previa y fue maravillosa para analizarla políticamente. En cambio, la pregunta onanista del Gobierno, de la que también yo esperaba mucho, me defraudó. Se había anunciado que la haría Eduardo Oria pero, finalmente, la hizo Gerardo Sampedro (creo que por imperativo legal). Andrés Calvo Sotelo, en su respuesta, sí estuvo a la altura esperada. Andrés es todo un personaje. Graciosete y numerero pero personaje.
En cualquier caso, vayamos por partes que diría Jack el Destripador…
Pasado el trámite anti-transparencia de los siete primeros puntos del Orden del Día del Pleno en 1’32”, la alcaldesa-presidenta, que hoy andaba algo despistadilla, dio paso a la primera moción. Correspondía al PSOE y proponía un plan de control de la contaminación atmosférica.
Estaba cantado que el Gobierno de Pozuelo la iba a rechazar. Este Gobierno no está preocupado por el medio ambiente. Pozuelo no lo necesita, Ángel. Me llamó la atención la dureza de Eduardo Oria, precisamente, en su primera intervención desde la mesa y como portavoz de iure… Lo mismo quería anunciar su posición política. Algo así como Sergio Ramos con los delanteros al principio de los partidos de fútbol.
La segunda moción la presentaba Ciudadanos y proponía otro plan integral, en este caso contra la contaminación acústica en la zona de la Vía de las Dos Castillas. Como desde el minuto uno de la presentación, el Gobierno anunció una serie de enmiendas a la moción y el nuevo portavoz de C’s tragó, la propuesta pasó a ser del Gobierno y dejaron a Adolfo Moreno colgado de la brocha. Vaya gol que le metieron. Por toda la escuadra.
La moción se aprobó, finalmente, como si fuese del Gobierno. Había convertido una moción parcial sobre el ruido en Pozuelo en una moción general sobre el ruido en Pozuelo y le metió la primera en la frente al nuevo portavoz de C’s, que lo único que pudo hacer en su intervención fue renovar su viejo carnet de cuñado.
La tercera moción fue del Gobierno e iba sobre la conmemoración del 40 aniversario de la Constitución, que se celebrará al año que viene. Ya la comenté en su día. Como me pareció y me parece absurda, paso de comentarla. Por cierto, en esta Moción, el Gobierno no aceptó las enmiendas de Somos Pozuelo. Curioso.
Y la cuarta y última moción para la modificación de la Ley Integral contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid, que presentó Somos Pozuelo, tampoco la comentaré. No tenía ni tiene sentido. Y menos cuando al final del Pleno se leyó una declaración institucional sobre ese trágico tema.
Llegados a este punto, “empezó el tiroteo”, como decía ‘El Vito’, aquella coplilla popular que rescató Federico García Lorca.
De las preguntas con respuesta oral destacaron tres cosas:
La primera fue el duelo de oradores que protagonizaron Pablo Gil y Raúl González Andino. Eran dos gladiadores de la lengua española batiéndose en duelo dialéctico. No recuerdo quién ganó.
La segunda fue la pregunta más político-pozuelera del Pleno. La realizó Pablo G. Perpiná y en ella pedía a la alcaldesa Quislant que diese una explicación política sobre la crisis de Gobierno que había llevado a cabo tras la dimisión de Félix Alba. Iba dirigida a la alcaldesa pero contestó Eduardo Oria. No dijo nada, claro. Pero lo divertido fue contar las veces que habló de las decisiones tomadas en plural, en plural repito, aunque rectificaba inmediatamente para decir que había sido la alcaldesa. Manda carajo…
Pablo estuvo bien pidiendo explicaciones. Es su labor. Oria estuvo mal porque dudó mucho en sus recurrentes argumentos. Es lo que le toca. Quislant estuvo fatal por rehuir un tema del que era responsable. Pero ella es así.
Por cierto, Edu agradeció a Félix Alba los servicios prestados. Al cabo de Dios te salve, pero lo hizo. Tragó quina pero lo hizo.
Y en eso llegamos a la pregunta onanista del Gobierno sobre no recuerdo qué ferias va a organizar Andrés Calvo Sotelo, si le da tiempo. Yo esperaba que la hiciese Oria como aparecía anunciado en el Orden del Día del Pleno pero, extrañamente, no lo hizo. Se cayó del cartel como los toreros heridos o miedosos. Ay, Eduardo. La pregunta la hizo Gerardo Sampedro que ya pinta menos en el Gobierno que en la diócesis de La Seo de Urgell. Y con ese espíritu la hizo.
La respuesta de Andrés Calvo Sotelo fue total. Lo mismo la publicamos el lunes… Fue muy divertida y muy parrandeada.
“Y eso es to’, eso es to’, eso es todo amigos…” (Va por ti, Andrés. Tú si que sabes)
El Capitán Possuelo