Entre todos la mataron y ella sola se murió. La Plaza del Padre Vallet languidece, y se ha perdido la última oportunidad de salvarla

La situación de la Plaza Padre Vallet ha ido empeorando con cada actuación, a pesar de que seguramente se hizo con la mejor de las intenciones. Situar un aparcamiento público y evitar el paso de vehículos por la plaza es desde luego una buena idea, aunque el resultado en superficie de la plaza no ha podido ser más pobre.
Durante mucho tiempo se ha mantenido un solar en el borde de la plaza, que limitan las calles San Roque y Concepción –Calvario, y que había alimentado la esperanza de que se hiciera alguna actuación urbanística de futuro y que permitiera dar a la plaza una visión y perspectiva con la que intentar salvar la plaza para nuestros descendientes.
Por desgracia, esto no ha sido así, y finalmente se ha confirmado la muerte de la plaza, con el comienzo de la construcción de un edificio en dicha parcela, de la forma más agresiva posible para la misma. Respeto profundamente el derecho de los promotores a realizar la edificabilidad que la norma urbanística les permita, pero se ha echado en falta la acción del equipo de gobierno, buscando soluciones que pudieran compatibilizar ambos intereses, el público y el privado.
Por las obras de cimentación que se han comenzado, se ve claramente que la propuesta aprobada finalmente ha adoptado la solución más perjudicial para el interés público, con la tapadera de permitir una zona pública en el triángulo lejano de la parcela. No es difícil imaginar que el promotor prefiere la solución adoptada, por razones comerciales, pero el equipo de gobierno debería haber acordado con ellos una solución que favoreciera el uso público y el valor de la Plaza Padre Vallet.
La herramienta urbanística de que dispone el ayuntamiento, seguro que permite modificaciones para conseguir la ampliación de la plaza, incluso a costa del aumento de la altura permitida para mantener la edificabilidad a la que el promotor tuviera derecho, u otra alternativa. Son soluciones que lamentamos que no se pusieran encima de la mesa y que finalmente se haya consumado la muerte de nuestra plaza principal.
Descanse en paz.
José Angel Ochoa, Ingeniero de Caminos y afiliado a Ciudadanos-Pozuelo