Tiempos de votaciones populares, también en Pozuelo

El ejemplo de Madrid, puede servir para toda España, solo se necesita gobernar en el Consistorio, identificar intereses de parte con necesidades del ciudadano, orientar la pregunta procurando el objetivo fijado, invertir, por supuesto, una pequeña parte del presupuesto en promocionar lo interesado y, finalmente, más allá de la participación, vestirla de fundamento democrático y satisfacción popular.
Los datos, sinceramente, son lo de menos ¿qué la participación fue del 8%?… éxito clamoroso, máxime cuando la anterior, apenas movilizó a un 2 %; ¿qué no era representativa de la ciudadanía?, por el amor de Dios, prácticamente al 50 % de ellas y ellos…¿qué los temas no eran los demandados por el contribuyente?…pero si somos el pueblo ¡cómo nos vamos a equivocar!
En realidad el fundamento de la democracia, no es más que la disponibilidad de la mayoría, a partir de ahí el 49 % es ajeno a lo que se demanda, incluso, fruto de la misma, ese porcentaje puede multiplicarse hasta casi por dos, en la seguridad que si se tienen el poder y los recursos para utilizarlo, todo lo podemos hacer.
Si nuestros gobernantes locales aplicasen la democracia popular que dicen impulsar al final de la Ctra. de la Coruña, podríamos encontrarnos que las propuestas discutidas con los vecinos implicados, podrían convertirse, al igual que allí, en deseo de la mayoría.
Podríamos empezar por ese parque que no ven los vecinos de La Fuente de la Salud, pero que cocinada la pregunta y expuesta a votación, al final el resultado salga como quiere el Consistorio. Hoy no hay niños en la zona, pero, seguro que pronto los habrá… o no.
Igual situación podría darse con los vecinos de La Cabaña ¿es necesaria la urbanización de la zona y la solución a los cableados colgantes? Me temo que una buena pregunta, directa y adecuada, podría resultar esclarecedora hacia el poder y ratificar que la adecuación de calles y aceras, solo es un principio estético que no una necesidad y los cables, sin duda, adornan el cielo, por lo tanto ¿ para qué retirarlos?.
Y en esta línea de participación ciudadana, tantas soluciones se podrían dar a los pozueleros como necesidades del partido en el poder y, más allá del éxito de lo convocado, ratificado por participación y resultado obtenido (ahí está el ejemplo reciente del “idílico” Madrid), la realidad seguirá siendo la misma: cuando no te acercas a tus vecinos, cuando desconoces sus problemas y necesidades, las consultas populistas, solo son una cortina de humo que enmascara el desconocimiento de la realidad vecinal y de la situación de tu Comunidad, que justifican a corto plazo los intereses de parte/partido y que, finalmente, se acabarán pagando en las urnas de verdad, las del 2019.
Es cierto que faltan dos años, que luego pasan, pero el devenir de lo hecho y las propuestas de lo por hacer, solo invitan a, como el cangrejo, seguir caminando hacia atrás.
¿Sabrá aprovecharlo la Oposición?
A. Nogueiro