La alcaldesa Quislant tiene que gestionar 4.000 millones de euros en urbanismo a lo Pedro Sánchez, sin apoyos y sin hablarse con Cifuentes

Que la situación de la Alcaldesa de Pozuelo es insostenible es ya un secreto a voces. Se ha perdido la cuenta de los jefes de gabinete y de prensa que ha tenido y de las veces que ha remodelado su Gobierno, cuatro en realidad y dicen que puede que no sea la última.
Se podría pensar que por fin ha encontrado la tecla que la va a catapultar al estrellato político, pero nada más lejos de la realidad. La Alcaldesa de Pozuelo ha sido incapaz de recabar apoyos entre sus concejales, sinceros y leales me refiero, y menos entre los que ahora mandan en el PP de Madrid, las personas informadas dan testimonio de que Cristina Cifuentes no la quiere ni ver.
Todo podría quedar en una anécdota en nuestra historia democrática local, una política más que se embarca en un viaje sin retorno y a la que poca gente recordará. Por méritos propios me atrevería a decir.
El problema surge cuando te das cuenta de que la persona que tiene el botón nuclear del ayuntamiento, es decir, la responsable de la gestión de los 4.000 millones de euros en intereses urbanístico que se mueven en nuestra ciudad, no tiene quien la quiera.
Convendrán conmigo que es un tema muy grave. La acción política siempre es colectiva pero cuando hablamos de ordenar urbanísticamente la ciudad más aún. Las competencias están repartidas y los interés privados tienen tanto poder que sólo la fortaleza de la política los puede hacer frente. Y en este caso tenemos al frente a una comandante en jefa en minúsculas, muy débil y que se puede convertir en presa fácil.
De esta guisa estamos y a una le lleva a pensar que a lo mejor nos merecemos lo que nos pasa, pero de repente me doy cuenta que en otros casos sí, pero que no en este, ya que a Quislant no la votamos, fue un dedazo de Paloma Adrados inspirado por Aguirre que la colocó de número dos de la lista justo antes de dar la espantada
Triste, me quedo muy triste con lo que le está pasando a nuestro Municipio, y les digo la verdad que a pesar de todo todavía no he perdido la esperanza. Todavía pienso que los políticos de Pozuelo, los del PP y de la Oposición me van a despertar de la pesadilla en la que me encuentro sumida, que se tomarán en serio su responsabilidad y entre todos le devuelvan a los vecinos un gobierno de Pozuelo y para Pozuelo.
Julia Merino