Fue una pena que se hiciese casi desde la clandestinidad: Pozuelo de Alarcón rinde un homenaje cutre a Miguel Ángel Blanco dedicándole una plaza en el municipio

Tenía que haber sido un acto importante. Coincidía, incluso, con el aniversario del nacimiento de Miguel Ángel Blanco. Merecía la pena hacer algo grande. Pero este Gobierno de Pozuelo no tiene perdón de Dios y lo convirtió en algo cutre. Pueblerino. Casi clandestino.
Qué pena. Ni saben ni quieren aprender. No merecen gobernar esta ciudad.
Todo fue vulgar.
La alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant y la presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco y de la Fundación Víctimas del Terrorismo Mari Mar Blanco presidieron el acto de presentación de esta nueva plaza dedicada al concejal vasco asesinado por ETA, en julio de 1997.
Durante el acto, que coincidió con el día en el que Blanco hubiese cumplido 48 años, la alcaldesa destacó que el asesinato de Miguel Ángel se convirtió en un auténtico revulsivo para la sociedad española en la lucha contra el terrorismo y señaló que “es un honor para nosotros que en el callejero de Pozuelo el nombre de Miguel Ángel aparezca en esta plaza”.
Asimismo, la presidenta de la fundación y hermana del concejal, Mari Mar Blanco, ha expresado su agradecimiento al Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón por este gesto que nunca olvidarán ni ella ni su familia y que “ha sido un magnífico regalo para mi hermano en el día de su cumpleaños y que permitirá recordarle para siempre como un héroe de la democracia y un símbolo de la libertad”.