Otra noche sin dormir… en Ctra. de Húmera

Mientras que todas las personas, de bien, aguardan la llegada del fin de semana para recuperar fuerzas, relajar tensiones o, sencillamente, disfrutar del mando de la tele para comprobar cuántas son las posibilidades de encontrar algo que satisfaga, más allá del número de canales contratados. Alrededor del número 8, de la citada Carretera de Húmera, se cierne siempre la bruma más oscura, ajena a los vecinos y, conforme a la legalidad vigente en nuestro municipio, al menos para el barrio de la Estación, la música atormenta a los allí residentes.
Dicen que no hay historia sin personajes, aunque sean malos, pero al día de la fecha uno no acierta a comprender (visto lo acontecido en el “ fallido “ McDonald´s de Somosaguas, con edificio moderno, pero ¡ ay! otro peso de las personas residentes… que hacen decir con la misma legislación a las mismas personas : digo, Diego…pero esta propuesta de ocio: NO ) como un edificio que ronda los cincuenta años, bajos sin ventilación, estructura anticuada se le dé informe de evaluación mediaoambiental favorable (la de Seguridad, Vds. saben muy bien qué pasó con ella), eso sí, sin tomar en cuenta la opinión de los vecinos… para qué, y sin valorar que apenas a unos metros un Centro de Ocio estaba abierto y podría ser el lugar idóneo. Curiosamente el Centro Comercial próximo -más o menos a un kilómetro -, fue otro de los argumentos de las buenas gentes de Somosaguas, para argumentar contra el McDonald´s, perdón, y la clínica veterinaria.
Como quiera que en el gobierno municipal siguen la mayoría de los que estaban, políticamente hablando, y los vecinos afectados seguimos sufriendo los ruidos musicales, las vibraciones, la suciedad, los chirridos de las ruedas en la madrugada, los cristales rotos, las discusiones de las parejas enamoradas o no y, por supuesto, todas las conversaciones que en la Puerta y alrededores de manera espontánea surgen. Sería un buen momento para que nuestros Administradores se pongan en el lugar de los sufridos administrados, reconozcan lo impropio e inadecuado de lo autorizado en su día, comparen con lo recientemente por ellos hecho en el mismo municipio a la altura del 112 de Somosaguas y protejan a sus vecinos, en lo más importante para ellos : su salud, cerrando el local para el uso actual.
Se acerca el verano y esa mala costumbre que en tantas casas hay, en las noches de calor, dejando las ventanas entornadas y que el fresco de la noche acompañe el dulce sueño reparador, volverá a tornarse en episodios de insomnio y malestar porque a los visitantes del Nº 8 les gusta gritar, bailar, saltar y celebrar la madrugada y a los vecinos ¡fíjense qué cosas! descansar.
¡Qué pena, Sra. Quislant, que haya olvidado tan pronto el sufrimiento pasado, seguro que en su nueva vivienda, los ruidos solo son debidos a las tormentas (meteorológicas, dado que las políticas, en mayoría, son más llevaderas)!
Seguimos caminando.
PD : Recuerdo la idea propuesta en su día por un buen amigo, en este mismo medio, indicándome que se arreglaba con un cocido…, en donde los Poetas. Agradeciendo la idea, la decline, pues, no sabría estar a la altura de tal confraternización.
A. Nogueiro