El Gobierno de Pozuelo, en lugar de hacer política, usa el rodillo y aplasta el Pleno Extraordinario sobre la Tasa de Alcantarillado al mejor estilo Adrados. Porque yo lo valgo
Una vez más, el Gobierno de Pozuelo da muestras de debilidad política y se esconde detrás de los números. Uy, que miedo.
Obligado por Ciudadanos, con el apoyo del PSOE y Somos Pozuelo, tiene que convocar un Pleno Extraordinario para debatir sobre la ilegal Tasa de Alcantarillado y, de nuevo, como en los viejos tiempos, muestra su impotencia y mediocridad y vuelve a usar su mayoría absoluta, descubriendo su lado más débil.
Me cuentan que, ayer, en la Junta de Portavoces, el Gobierno de Pozuelo se mostró, y esta vez sin Pablo Rivas, prepotente y altivo y despreció a una parte importante de pozueleros.
Enrabietado por tener que hacerlo, colocó ese Pleno Extraordinario el próximo jueves a las 8 y media de la mañana. Media hora antes del Pleno Ordinario. O sea, que si el Pleno Ordinario se sigue poco por ir a las nueve de la mañana, el Pleno Extraordinario lo convocan media hora antes para que lo vean menos vecinos aún. Huir, ese es el argumento político. Y lo hace contraviniendo la promesa hecha por la propia alcaldesa Quislant (la hizo al final del maratónico Pleno de los Presupuestos) de no volver a juntar temas para no hacer los Plenos tan largos. Da igual. De lo que se trata no es de debatir sino de huir y si hay que saltarse una promesa más, se salta y a otra cosa.
En lugar de gallardamente asumir la situación, la vuelven a negar con un argumento infantil. “Escóndelo, escóndelo para que nadie lo vea”.
Además, apenas le van a dar 20 minutos para cumplir con el expediente. Veinte minutos en los que, con seguridad, Isabel Pita tratará de darnos una lección, en plan perita en leyes, y basará su argumentación en informes técnicos cogidos con alfileres, cuando de todos es sabido que es una tasa potestativa del Gobierno. Lo reconoció así, incluso, la propia Secretaría General del Pleno. Pero Pita, muy al contrario, abroncará a la oposición. Será bonito ver el ridículo que va a hacer. Sí, maestra… Lo que tu digas, maestra… Pero, por favor, ‘o multa o bronca’… Las dos cosas a la vez, no…
Y es que, me cuentan que, parafraseando a la vieja copla “Cinco Farolas”, ‘la vereita verde’ entre el despacho del interventor José Luís Sansegundo ¿o era San Segundo? (nunca me acuerdo si el apellido era junto en Pozuelo y separado en Becerril o al revés) y el despacho de la alcaldesa no ha podido criar yerba pese a lo que ha llovido esta semana, a causa de la cantidad de veces que este interventor con el don de la ubicuidad ha bajado a ver a Quislant y ha subido de vuelta a su despacho para, al final, hacer un informe más descafeinado que un argumento de Gerardo Sampedro.
En definitiva que el partido político que presume de bajar los impuestos en Pozuelo de Alarcón como principio político y con el que se le llena la boca (cada vez le quedan menos argumentos políticos) va a seguir cobrando una tasa porque no le da la gana quitarla.
No la quitará porque no pueda, como dirá Pita, sino porque hacerlo significaría reconocer que la concejala de Hacienda no se ha enterado de la vaina en cinco años. Esto solo pasa en Pozuelo. Tienen 50 millones guardaditos en plan ‘tío Gilito’ en el banco y le sale la pasta, por las orejas pero siguen apretando a los vecinos con tasas. Que se jodan que son ricos.
Una vez más, el Gobierno demuestra que no es político y que no quiere comprometerse a nada. En un abrir y cerrar de ojos, se votará y se aplastará la propuesta. Es la ley. Y habrá dado igual lo que se haya dicho en el debate. Qué se habrán creído estos ‘muertos de hambre’. Argumentos Adrados.
Aun recuerdo a la Olvidable decirle a UPyD en la legislatura anterior: “Qué queréis que os diga. Nosotros somos diecisiete y vosotros tres”. Era el gran argumento de aquella insigne pozuelera. Porque yo lo valgo.
He apostado con Sira Q. a que, en 2018, cuando vuelva la campaña electoral de las municipales, se apuntarán el tanto y la quitaran… Y aquí espero contarlo.
El Capitán Possuelo