Familias rumanas venden a sus hijos a mafias para mendigar y delinquir en Madrid
Grupos mafiosos compran a menores rumanos para ejercer la mendicidad y delinquir en determinados países de Europa, y en este caso, en Madrid. Son sus propios padres quienes, sin ningún tipo de pudor ni remordimiento, los venden o alquilan en su lugar de origen a cambio de cantidades que oscilan entre los 100 o 150 euros al mes por los «servicios prestados por sus vástagos», afirman fuentes policiales.
Estos progenitores, de etnia gitana, saben perfectamente cuál va a ser el destino de sus hijos y en qué consiste este lucrativo «negocio» que ellos contribuyen a engordar: es su modo de vida. En Madrid hay, aproximadamente, más de diez mafias dedicadas a la mendicidad infantil de esta índole.
Cada red está integrada por unos 10 o 15 menores de 14 a 17 años, que aglutinan a casi 200; unas cifras que van variando, según las fuentes policiales especializadas en este asunto. A estos chavales los van cambiado periódicamente, a semejanza de los clanes de la prostitución, hasta que alcanzan la mayoría de edad, ya que entonces dejan de ser juzgados por la Ley Penal del Menor.
Miembros de estas organizaciones se encargan de los menores y actúan como si fueran sus familiares o sus tutores legales, obviando la explotación a la que les someten, que constituye un delito. A cambio, les mantienen y conviven con ellos en el poblado más mísero de la capital, el del Gallinero y en la zona más marginal de la Cañada Real Galiana (Valdemingómez), afirman las mismas fuentes.