Primera crónica de un Pleno en el que el Gobierno se puso nervioso cuando la oposición le exigió el cumplimiento de las mociones aprobadas y arremetió contra todo

En el Pleno de hoy, el último del año natural, empezó con la promesa de un nuevo concejal. Y, como es de Podemos, volvió a desbarrar. Afortunadamente, en menor medida que sus compañeros pero, de nuevo, flirteando con la legalidad. Y ese estúpido juego con lo legal lleva consigo después actos de locura.
La promesa de Unai Sanz no es válida y lo sabe doña Elvira que matizó, al final, diciendo que en acta no constaría la tontería final. Pero debería constar todo, señora Secretaria. Todo debe constar y esto más, sobre todo para que las generaciones futuras puedan ver lo impropio e incorrecto de la declaración del señor Sanz y de cómo la señora Secretario del Pleno se lo consintió.
Sin duda, el Grupo Somos Pozuelo sigue manteniendo a sus concejales en funciones.
Pero vayamos por partes, que diría Jack el Destripador. Como el Pleno de hoy ha tenido mucho que contar y la crónica será larga, la dividiré en dos. Esta es la primera.
El Pleno empezó cargado de una cierta tensión en las intervenciones de los portavoces del Grupo Popular. Posiblemente, como consecuencia de la cercanía de las elecciones o, quien sabe, si debido a que no están acostumbrados a que la oposición haga oposición sobre todo si esa labor implica control. Ay, Félix Alba. Ay, ay, Paloma Tejero.
La concejala de Urbanismo Paloma Tejero se quejó de que la oposición preguntase en el Pleno lo mismo que había preguntado en Comisión ¿?. Es alucinante lo pronto que esa concejala forastera ha aprendido la propensión de este Gobierno el oscurantismo.
En su primer intervención, luego insistió en ello, le sobró decir que el Gobierno de Pozuelo no presiona a sus técnicos. Le sobró. No por nada, le sobró. No tenía necesidad de decirlo. Y porque, en ese momento, a todos los que la escuchaban les vino a la memoria el fallido caso McDonalds. La concejala Tejero siempre aparece enfadada (en línea general le pasa a todos los miembros del Gobierno) y debería cambiar de actitud. Su discurso sería más coherente.
La primera moción del Pleno fue de Ciudadanos. Y en ella se proponía la creación de una Comisión de seguimiento del cumplimiento de las mociones aprobadas. Entre otras cosas, porque no se cumplen. La última muestra, el derribo de uno de los edificios Coca. Pero podría señalar muchas más. Y creo que a Berzal se le olvidó hacer la lista de incumplimientos. Hubiera sido un argumento demoledor.
El caso es que esta moción provocó uno de los momentos más interesantes del Pleno.
Somos Pozuelo aprovechó su intervención para poner en ridículo las respuestas por escrito que hacen los concejales. Y me alegro mucho que lo hiciese porque es algo que este periódico viene criticando desde hace tiempo.
Me llamó la atención, en cambio, la postura derrotista del Grupo Socialista aceptando, de entrada, que no se puede hacer nada contra la mayoría absoluta del PP y que la propuesta sería un fracaso. En fin, yo, al menos, esperaba una intervención más guerrera y no tan entreguista… Pero allá cada uno.
Y después vino lo bueno. No era fácil echar por tierra la moción. Y el Gobierno lo sabía porque es el primero en pasar de las mociones. Y Félix Alba lo sabía mejor que nadie. Y desde hace mucho tiempo. Por eso subió la tensión de su discurso y se refugió en una defensa reglamentista de esta nefasta forma de gobernar. Pero no era un problema de reglamento, Félix, y lo sabes. El tema es político, no reglamentario. Y estuvo menos bien aún, tu manera de entrar al tema personal a falta de argumentos políticos. Te entiendo. Tenías que torear un toro difícil y saliste como se podía.
Te agradezco que también mencionases, indirectamente, a este periódico cuando dijiste que los de C’s no tienen que creerse todo lo que se publica. Te lo agradezco. Nos das una importancia e influencia. Y no estoy arrogándome nada. El Correo de Pozuelo es el único medio de esta ciudad que no publica lo que quiere el Gobierno que se publique. Y no estáis acostumbrados a ello. Lo realmente lamentable fue despreciar, con esa acusación, la labor de compañeros de Corporación Municipal.
La moción era buena, Félix. Muy buena y aprobarla hubiera sido una gran muestra de transparencia. Siento que os haya dado miedo el tema.
Después de esta moción, llegó el turno del Grupo Somos Pozuelo con una moción política muy propia del momento en el que estamos, a dos minutos de las elecciones generales. La moción, vendida como importantísima y con argumentos a dos centímetros de la demagogia, era un brindis al sol. Y creo que el propio Grupo lo sabía. La ley no permite esas reformas.
La capacidad municipal para modificar el IBI es muy limitado, mínima, por lo que no tiene sentido plantearla salvo electoralmente. Y menos aún, cuando la primera moción de este Gobierno, y creo que la única seria que ha propuesto en esta legislatura, fue intentar conseguir un IBI social, casi hasta donde permite la ley. Otra cosa es que se haya sabido más de aquella fantástica moción. Lo mismo es verdad que no cumplen siquiera con sus propias mociones.
La moción del Grupo Municipal Socialista (por terminar hoy con la oposición aunque no sea en orden) sobre la lucha contra el cambio climático y la necesidad de que Pozuelo aumente su compromiso y sus actuaciones era tan interesante como utópica. Nadie puede ir en contra de una moción así. Y, lógicamente, el Gobierno lo sabía y se unió a ella. En esta legislatura parece que empieza a ser costumbre esa postura política. Y yo me alegro. El consenso en política es muy importante y más en una España crispada por la campaña electoral.
Pero ¿a qué viene este inusitado amor al consenso del Gobierno con el PSOE? Bastaba con votar afirmativamente la moción y aprobarla…
Muy sencillo, uniéndose a ella, la moción ya no es socialista sino de los dos Grupos. Lo hizo con la de rehabilitación para, al Pleno siguiente, presentarla sola. Y no voy a censurar esa maniobra política. Me encantan las maniobras políticas. Simplemente, lo señalo.
Veamos, luego, el nivel de su cumplimiento. Ahí, el Grupo Municipal Socialista deberá estar al tanto. Pero me temo lo peor.
El Gobierno no es muy dado a cumplir mociones y, menos, si son de la oposición. Perdón, recuerdo una. La del Catálogo de Bienes de Pozuelo que se aprobó a propuesta de IU en la legislatura pasada.
Y aquí termino por hoy. Dejo para mañana las mociones del PP y las preguntas para respuesta oral en las que la señora Tejero ha estado sublime. Se nota que va ganando puestos en el escalafón…
El Capitán Posuelo