Nadie entiende que una ex jueza no respete la ley: La oposición critica a Carmena por apoyar un referéndum para Cataluña
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, considera que el desafío independentista en Cataluña debe afrontarse con un referéndum en esta comunidad autónoma y no en el conjunto de España, ya que es «como si para un divorcio se exigiera que estuvieran los dos de acuerdo». A su juicio, el «camino» es una votación como la de Quebec, ya que allí este procedimiento frenó el secesionismo.
En una entrevista con Servimedia, la primera edil de la capital mostró su deseo de que Cataluña siga siendo parte de España, pero defendió que se realice una consulta sobre el futuro de esta autonomía sólo entre sus ciudadanos, puesto que «no se puede obligar a dos a estar juntos si uno no quiere».
Carmena apuntó que tratar de solucionar este problema con una votación entre todos los españoles sería como exigir que en un divorcio que los dos den su consentimiento, algo que dijo «formaba parte de las cosas de hace mucho tiempo», en clara referencia a los procesos de separación matrimonial en otras épocas, como el franquismo.
En este sentido, la alcaldesa destacó cómo se afrontó este escenario «en Montreal», en alusión a la cuestión de Quebec y su pertenencia a Canadá. Explicó que una persona de este país que ha vivido este proceso le ha explicó que el consultar a los ciudadanos ha sido «positivo», ya que «desde entonces hasta ahora el problema se ha resuelto».
Sostuvo que esto que hicieron en Canadá «es muy interesante», ya que, tras imponerse en Quebec la postura a favor de seguir perteneciendo al Estado canadiense, «después se dedicaron a cuidar a los que querían irse, para demostrarles que estaban mejor todos juntos».
A su juicio, en Cataluña existe un «problema político», que es el deseo de un «gran sector» de ciudadanos de esta comunidad que demanda «poder expresar su deseo de independencia».
Apuntó que «los problemas políticos todos sabemos que tienen que hacerse poniéndose en el lugar del otro, buscando alternativas para que se acorten las distancias» y se preguntó, a este respecto, «por qué no» plantearse «la necesidad de que se modifique la Constitución para que se pueda hacer legalmente un referéndum en todas sus condiciones y que puedan todos los ciudadanos, todos los residentes, todos los vecinos de Cataluña, los puedan decir cuál es el modelo de organización que se desea».