¿Por qué se hacen tan pocas, o ninguna, competiciones deportivas nacionales en Pozuelo?

Siempre se ha dicho que Pozuelo de Alarcón tiene unas infraestructuras deportivas envidiables, pero la verdad es que es una frase tan manida que se ha quedado obsoleta. Puede que fuera cierta hace diez años, hoy esa infraestructura deportiva deja mucho que desear.
La verdad es que concurren dos factores causantes: en primer lugar, la lenta pero inevitable degradación de sus instalaciones en todos los sentidos, y, en segundo lugar, la falta de voluntad política de implicarse en este tipo de eventos.
La degradación de las instalaciones deportivas es evidente, solo hay que utilizar el “método de comparación” para ver la evolución de las infraestructuras deportivas de los municipios limítrofes. Solo hay que comprar. Pozuelo pierde por goleada.
Y es que salvo acciones puntuales, a veces electoralistas, a veces de urgencia (cómo es el caso del campo de hockey), en Pozuelo se lleva mucho tiempo sin hacer absolutamente nada. Por supuesto se hacen cosas, pero esas “cosas” son méritos de los clubes deportivos de Pozuelo, aunque luego quiera apuntárselos el PP como producto de sus políticas.
La limitada acción de gobierno se manifiesta en las pocas competiciones oficiales que se realizan en nuestro municipio (hay que recordar que Pozuelo fue candidata a albergar algunas competiciones de las Olimpiadas).
Por lo tanto, se necesita un Plan técnico-económico, a medio y largo plazo, que programe la puesta al día de sus instalaciones deportivas y las lleve a la condición de “aptas” para albergar competiciones nacionales e internacionales.
Creo que el Concejal de deportes, Carlos Ulecia, debe relacionarse más con las distintas federaciones deportivas y dejarse asesorar por ellas para obtener un producto de calidad.
Por último, y no menos importante, no hay que dejar de señalar el importante papel que tiene la oposición al gobierno en la consecución de los objetivos anteriormente señalados. Porque para eso están, para marcar, señalar y reclamar una buena ejecución del dinero público.
Aviraneta