Las cifras de delitos de la Secretaría de Estado de Seguridad y las de la Junta Local de Seguridad de Pozuelo se parecen como un huevo a una castaña
(03-08-15) Vuelvo a ponerme delante del ordenador, interrumpiendo mis vacaciones, porque se ha producido una noticia en Pozuelo que no acabo de entender y es importante. Mucho.
Según la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, los robos con fuerza en domicilios se han incrementado en Pozuelo de Alarcón, en el primer semestre de 2015, un 44,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior. La sustracción de vehículos de motor se ha incrementado un 20,00% y más de un 11’1% han aumentado los robos con violencia e intimidación. Y los asesinatos dolosos y asesinatos consumados un 100%. Normal. Como se ha producido uno y el año pasado ninguno, ha subido el 100%.
La locura de los tantos por cientos a los que nos tienen acostumbrados los políticos traen estas cosas. En cifras tan pequeñas de sucesos, son contraproducentes porque sus variaciones son tremendas. Hace la tira de tiempo que lo vengo diciendo. Es un juego político malsano.
Pero volvamos al caso. Insisto, estos datos han sido facilitados por la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior hace unos días.
Pero hay algo que no cuadra. Estos datos, que no son objetivamente malos en una población de 84.000 vecinos y durante un semestre, no cuadran con los que se nos contaron en rueda prensa, hace poco más de tres semanas, algunos miembros de la Junta Local de Seguridad de Pozuelo de Alarcón que acababa de reunirse.
Una Junta, dicho sea de paso, a la que asistieron la Delegada del Gobierno Concepción Dancausa, la alcaldesa de Pozuelo Susana P. Quislant, el concejal de Seguridad Gerardo Sampedro, el suboficial jefe de la Policía Municipal de Pozuelo Víctor Muñoz, el comisario del Cuerpo Nacional de Policía Nacional Carlos Barrios, la juez decano de Pozuelo Elena Garde, así como representantes de la Delegación de Gobierno y de la Dirección General de Seguridad de la Comunidad de Madrid.
Según esta Junta, los delitos y las faltas cometidos en el municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón descendía un 4,54%, en el primer semestre de este año respecto al mismo período de 2014. En ese año se produjeron 1.542 infracciones frente a las 1.472 de 2015.
Y yo no entiendo nada.
Estos datos no cuadran de ninguna manera con los de la Secretaría de Estado de Seguridad. Para nada.
La señora Dancausa destacó, a la vista de los datos, que Pozuelo era uno de los municipios “más seguros” de la región con una tasa de criminalidad, en el primer semestre de 2015, del 34,94 %, casi 22 puntos por debajo de la media de la Comunidad de Madrid que se sitúa en 56,6 %.
Es que no dio ni un solo dato igual a los que da la Secretaría de Estado de Seguridad. Es alucinante.
Según nos contaron los señores de la Junta Local de Seguridad, todo ufanos, los robos con fuerza en viviendas eran los delitos que más había subido en Pozuelo (57 casos frente a los 36 del año pasado), al igual que las sustracciones.
Los robos dentro de los coches habían disminuido, pero el delito que había aumentado en Pozuelo ha sido el de la sustracción de vehículos. No recuerdo las cifras. Qué más da. Además, me da igual. Yo lo que exijo es una explicación de esta disparidad de datos porque suenan a tomadura de pelo. Uno de los dos organismos miente.
¿Quién miente y quien nos toma el pelo? ¿La Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior o la Junta Local de Seguridad de Pozuelo de Alarcón?
¿Estamos hablando de manipulación política o, simplemente, se trata de un error?
Recuerdo que el comisario del Cuerpo Nacional de Policía Nacional Carlos Barrios se mostró muy seguro y dicharachero en la rueda de prensa presumiendo de sus datos. ¿De dónde los había sacado?
Recuerdo también que todos sacaban pecho y se felicitaban entre sí. Pozuelo era la pera limonera de la Seguridad Ciudadana en la Comunidad de Madrid. Y es posible que así sea. Pero los datos que abalaban esa seguridad ciudadana eran un cachondeo si se comparan con los que ha dado la Secretaría de Estado de Seguridad.
Creo que la alcaldesa Quislant debería sacar una nota explicando esta disparidad de datos. Si no lo hace, su credibilidad política quedará como Cagancho en Almagro. Puf, que mal rollo.
No se puede consentir que todo valga en un tema tan sensible y que se usa políticamente con tanto descaro.
El Capitán Possuelo