Un A400M francés aterriza en Sevilla con toda normalidad tras sobrevolar la zona del accidente

(13-05-15) El presidente de Airbus en España y jefe de la división Military Aircraft, Fernando Alonso, aterrizó ayer en Sevilla con un avión A400M, como el siniestrado el pasado sábado en Sevilla, accidente en el que perdieron la vida cuatro personas y dos continúan graves, con un «comportamiento normal y completadas todas las pruebas programadas», según ha afirmado.
«La tripulación del MSN23 [el avión siniestrado el pasado sábado] habría querido que los vuelos de prueba del A400M continuaran. Vuelo terminado, es nuestro tributo», ha añadido el director de Airbus tras el vuelo.
Con este gesto, Alonso pretende afianzar el proyecto y dar confianza a los países del consorcio. El A400M ha aterrizado en Sevilla procedente de Tolouse (Francia), sede de la dirección comercial de la división civil de Airbus. España, Alemania y Reino Unido han anulado temporalmente los vuelos hasta que se clarifiquen las causas del accidente. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, argumentó que la medida se ha adoptado por «prudencia».
El aparato utilizado para este gesto es el MSN4, un prototipo de Airbus fabricado antes de la producción en serie del aparato, que se emplea para realizar pruebas y que no está previsto que sea entregado a ningún país. El viaje duró una hora y 50 minutos y se desarrolló sin incidentes. Alonso sobrevoló la zona del accidente antes de tomar tierra en señal de respeto por las víctimas.
A partir de este momento comenzarán a analizarse las cajas negras, que contienen las comunicaciones de la tripulación durante el vuelo, y la documentación que está recabando el equipo de investigación de la planta de Airbus. Esta factoría cuenta con un centro de ensayos que recibe y analiza más de 40.000 parámetros e intercambia más de 200.000 indicadores de los aviones mientras están en vuelo, por lo que disponen de una información muy pormenorizada del comportamiento de todos los sistemas electrónicos con los que funciona el avión.
Las hipótesis de los técnicos de aviación consideran improbable que el siniestro ocurriera por error humano, causas meteorológicas o fallo estructural, por lo que todo apunta a que se trató de un fallo mecánico que impidió mantener la potencia necesaria para la sustentación del avión. Ahora se analiza cuál es el origen de esa disfunción.
La planta de ensamblaje de Sevilla cuenta en la actualidad con 20 aeronaves en sus distintas fases de montaje. La planificación de entrega se ha visto afectada por las restricciones de vuelo para aparatos de fabricación en serie, la retirada del permiso de aeronavegabilidad por parte de la Administración española y la investigación abierta. Hasta la fecha se habían entregado dos de los 14 aviones previstos y se está “revisando la planificación” para la entrega de los 12 restantes, según informaron fuentes de la compañía.