Santiago Menéndez, el director de la Agencia Tributaria, es un cachondo pese al cargo que ocupa

(22-04-15) Sin duda, soy un iluso. Yo creía que los directores de la Agencia Tributaria eran unos tipos serios y circunspectos que estaban más cerca de un funerario que de un cachondo mental pero me equivocaba. Al menos, en el caso actual. El señor Santiago Menéndez es un tipo divertidísimo.
El tío te mete la mano en la cartera mientras te cuenta un chascarrillo. Es un genio. Hay que ver la gracia que tiene, aunque maldita sea la gracia que hace.
No sé si esta forma de enfocar la política de la Agencia Tributaria es cosa de Montoro o de los nuevos tiempos pero lo cierto es que Menéndez es hombre que rompe todos los esquemas.
Ayer mismo, en el Congreso de Diputados, dijo, ante unos parlamentarios cabreados, que él conoce, como es natural, todo lo que se está investigando en la Agencia sobre los sospechosos de la amnistía fiscal de 2012 y, en palabras textuales, especificó: «Yo dispongo de todos los datos y son la repera patatera». Toma castaña.
Eso sí, sólo los puede conocer él y algunos más porque no le parece “serio” publicar el listado ni de todos los amnistiados ni de los sospechosos de hacer trampas porque no hay que entrar en el morbo.
La duda que tengo es si todo este divertimento no es más que una estrategia, perfectamente diseñada, para distraer y tapar el desastre de coordinación y “algo más” que se ha producido en el caso Rato… Algo por cierto, a lo que nos tiene acostumbrado el Gobierno de España.
La Tarántula