Los restos hallados en las Convento de las Trinitarias son de Miguel de Cervantes
(18-03-15) No hay una certeza científica, puesto que no existe casi margen para un examen de ADN, ni tampoco se ha podido “individualizar” ningún resto perteneciente al padre del Quijote. Sin embargo, los investigadores que desde hace un año buscan en el convento madrileño de las Trinitarias el cuerpo del escritor han asegurado haber concluido su trabajo con éxito.
El hallazgo se ha producido en el suelo de la cripta subterránea del templo. En una reducción de huesos situada en la esquina sureste de este espacio de menos de 60 metros cuadrados y a una cota de 135 centímetros por debajo del actual enlosado.
El equipo capitaneado por el profesor Francisco Etxeberria ha podido documentar en este punto la presencia de un conjunto de huesos compatible con el osario que fue trasladado desde la iglesia primitiva a la bóveda según las fuentes documentales existentes. Entre las personas que recibieron sepultura de la iglesia original se encontraba Cervantes.
Según las conclusiones presentadas por Etxeberria, el análisis de los restos contenidos en esta reducción de huesos, cifrada por los científicos como la número 32, revela que han aparecido cuatro cráneos que son de sexo masculino y algunos indicadores que sugieren la presencia de individuos de edad avanzada que podrían ser compatibles con la identidad de Cervantes.
Esta reducción de huesos se encuentra sobre el suelo geológico del templo, lo que implica que por debajo no hay más restos y por lo tanto se tratan de los enterramientos más antiguos. Junto a estos restos también han sido hallados otros materiales arqueológicos y tejidos compatibles con la época en la que Cervantes fue enterrado. Y precisamente ha sido al cruzar los datos históricos con los que pone de manifiesto el análisis arqueológico cuando llegaron las buenas noticias para los científicos.
El osario primitivo, del que Cervantes formaba parte y que fue trasladado a la cripta, lo integraban 17 cuerpos, seis infantiles y 11 adultos. Datos que casan casi al 100% con lo encontrado en la reducción 32 en donde se ha podido constatar la presencia de 10 adultos y 5 niños. De la decena de adultos, cuatro son restos masculinos, dos femeninos mientras que de los cuatro restantes no se ha podido determinar su sexo.
Según ha expresado en la rueda de prensa la antropóloga Almudena García Cid, concretamente hay restos de un mínimo de cinco niños y un mínimo de diez adultos (de ellos cuatro masculinos, dos femeninos, dos indeterminados y dos probablemente masculinos), lo que se corresponde con los 17 enterramientos documentados en la iglesia inicial.
No se han practicado pruebas de ADN porque, según ha informado el forense Francisco Etxeberria, solamente podría contrastarse con la de una hermana del padre de “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, cuyos restos están en un osario común de un convento de Alcalá de Henares.
Los restos estaban en el subsuelo, en el conjunto que los investigadores han nombrado con el 32, y han aparecido junto con elementos y ropajes que han permitido datarlos con los del siglo XVII y contrastarlos con la documentación histórica.
Esta investigación, liderada por el forense Luis Avial y el georradarista Francisco Etxebarria, ha costado 124.000 euros y ha estado apoyada por el Ayuntamiento de Madrid.