La buena idea del voluntariado medioambiental en Pozuelo

(21-08-14) Este verano, el Gobierno del Ayuntamiento, no para de darnos datos. Y eso es algo maravilloso. No son buenos datos en su mayoría. Algunos, incluso, son bastante pobres, con lo que no habría que tirar cohetes por ello como intenta vendernos el propio Gobierno, pero el hecho en sí indica un cierto sentido de transparencia y eso siempre es bueno en política. Es admirable que se nos proporcione los resultados reales de su gestión aunque no sean boyantes.
El último dato que nos ha facilitado es el de voluntariado en el Aula de Educación Ambiental durante este año. Supongo que hablará de septiembre a septiembre. No lo sé. Es igual. El caso es que se nos asegura que, en este curso, cerca de 1.600 personas han participado en el programa municipal de voluntariado que el Gobierno municipal organiza en el Aula de Educación Ambiental y en el Parque Forestal de Somosaguas, ya llamado Adolfo Suárez. No son muchos, vive Dios. Pero tampoco hay que poner el grito en el cielo por ese número ya que estos voluntarios proceden, en su mayoría, de importantes empresas a nivel nacional e internacional radicadas en Pozuelo y no resulta fácil que estas compañías les permitan dejar sus trabajos habituales, durante unas horas a la semana, para acondicionar jardines y huertos, cultivar plantas o acompañar a las personas con discapacidad que visitan estos espacios en un parque.
También nos dicen que hay voluntarios del municipio. Pero estos, aunque tienen el mismo valor, tienen menos significación porque lo hacen por su pueblo.
A mí lo que me parece extraordinario es lo de los voluntarios ajenos. De verdad. Y lo destaco porque es un hecho muy importante para la integración de las personas que vienen a trabajar a este pueblo. Personas que son muchas más de las que creemos, como vengo diciendo desde hace tiempo, al tratar de combatir esa vieja idea de que Pozuelo es un pueblo dormitorio. Lejos de la realidad. A este pueblo vienen a diario a trabajar más personas de las que salen a hacerlo fuera del municipio y eso hecho hay que asistirlo también políticamente. Y me parece mucho más fantástico aún que las grandes empresas se impliquen en esa integración. Esas empresas son las primeras interesadas en ello.
1.600 personas no son muchas. No lo son. Pero cualquier piedra por pequeña que sea hace pared y hay que agradecer su participación. Lo que debe hacerse es persistir en la idea.
Este pueblo habrá hecho su gran transición cuando consiga integrar a la mayoría de las personas que vienen a trabajar o a estudiar a él.