Por fin la Justicia castiga a los vándalos anónimos de Twitter

(07-05-14) Posiblemente, la sentencia que condena a L.J.M. (nunca he entendido esto de las iniciales a los condenados), conocido en la red social Twitter como Ximicomix, por un delito de injurias contra la delegada del Gobierno Cristina Cifuentes a través de las redes sociales, pase desapercibida. A fin de cuentas, simplemente, ha sido condenado a pagar 300 euros de multa, 1.000 euros de indemnización y las costas del juicio. Nada. Algo asumible. Pero, para mí, es una sentencia mucho más importante de lo que parece. Importantísima.
Y pasará desapercibida, fundamentalmente también, porque el joven delincuente será perdonado por muchos. Especialmente, por parte de esa izquierda española que está desatada contra el Gobierno en general y que justifica cualquier medio que se use para atacarle. A fin de cuentas, dirán, sólo llamó ‘puta’ a la señora Cifuentes y sólo creó el hashtag ‘#Calla Puta que no tienes dignidad’, por el que mucha gente de su cuerda se ensañó con ella.
Cabe señalar que los hechos sucedieron en mayo de 2012 cuando la policía impidió que los del 15M volvieran a acampar en la Puerta del Sol.
La sentencia ha sido tan leve porque, al parecer, este personaje, producto claro de una educación ideologizada, se terminó arrepintiendo de sus insultos al ver que le demandaban cuatro años de cárcel y pidió perdón a la delegada del Gobierno. Pero eso es lo de menos. Lo importante es que la sentencia acaba con la impunidad en las redes sociales. No se podía consentir que esos nuevos medios de comunicación terminasen siendo un nicho de desenfreno verbal de los indeseables. Lo que es delito en la vida real también tiene que serlo en la vida virtual.
No podía seguir saliendo gratis insultar o amenazar bajo el embozo del anonimato y las nuevas tecnologías.