A propósito de ese afán solidario que tiene Pozuelo
(17-03-14) Me dicen que ya se conoce por toda España a Pozuelo de Alarcón como el pueblo solidario. No existe en toda la nación un pueblo que organice más festejos solidarios que éste. Dios mío, ¿qué será de él cuando ya no esté la señora Pérez Abraham?
Digo esto porque, ayer, se celebró otra carrera solidaria en el pueblo, aunque creo que ésta la organizó el señor Pablogil. No sé muy bien quién lo hizo y tampoco importa demasiado. El caso es que, ayer, hubo otra carrera pedestre y, esta vez, la recaudación se destinará a los campamentos de refugiados saharaui de Tinduf (Argelia). Yo no fui. No estoy ni para ver pasar corriendo a los participantes (qué cansancio), aunque debo aclarar que no tengo nada contra el pueblo saharaui sino más bien lo contrario.
Hubo un tiempo, incluso, en que me produjo ternura. En el año 1992, siendo subdirector de un importante programa de radio envié a un periodista a Tinduf para que hiciese un reportaje sobre aquellos campamentos y lo que trajo consiguió que se me pusiese la carne de gallina. En la grabación oí a los niños saharauis recitar de memoria, y en español, los límites de España o cómo aprendían la tabla de multiplicar cantando. Como en la España de los años 50. Como en mi pueblo.
Ahora no sé qué harán. Supongo que ya no será así. Ha pasado demasiado tiempo.
En cualquier caso, y volviendo a Pozuelo que es lo que me importa, creo que no tiene demasiado sentido que organice estas carreras para conseguir dinero porque no pienso que se consiga mucho con ellas.
Es probable que, aquí, cualquier lector sensibilizado con el tema me diga que soy un inclemente y, por supuesto, que no tengo corazón porque toda piedra, por pequeña que sea, hace pared. Es posible. Y lo entenderé. Lo respeto todo. Pero yo soy de los que piensa que si África recibiera menos ayudas de las ONGs ya habría salido sola de su pobreza. Las constantes ayudas que recibe la están maniatando y están creando una población subsidiada. Y así nunca saldrá de la miseria.
A veces da la sensación de que Europa, fundamentalmente, tiene mala conciencia de lo que hizo en los años 50-60 con África y quiere repararlo a base de dar peces en lugar de enseñar a pescar. Posiblemente, a España le esté pasando lo mismo con el pueblo saharaui.
Si Pozuelo quiere ayudar al pueblo saharaui, a mi modesto entender, lo puede hacer de mil formas diferentes. Algunas más discretas. Pero organizando carreras solidarias entiendo que es una solución bastante pobre y más vista que el ‘Salvame de Luxe’. Y si el señor Pablogil quiere organizar carreras, porque se siente obligado, hay otros dos mil motivos más. Aunque en algunas, eso sí, haya que gastarse algo de dinerito.
Porque lo que no puede ser es estar en misa y repicando las campanas.