La portavoz de Más Madrid Mónica García vuelve a quedar en evidencia al usar los pinchazos de sumisión química para atacar a Ayuso y pedir un protocolo que ya existe desde 2018
La portavoz de Más Madrid, Mónica García, ha intentado usar los “pinchazos de sumisión química”, que han sucedido en otras comunidades, como arma arrojadiza contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al asegurar que no ha realizado ninguna medida para contrarrestarlos.
“La Comunidad de Madrid no ha establecido ninguna medida contra los pinchazos de sumisión química. Exigimos un protocolo que incluya: pruebas en hospitales, formación a la policía local y campañas de concienciación en discotecas. Libertad y seguridad”, publicó en su perfil de Twitter.
La Comunidad de Madrid no ha establecido ninguna medida contra los pinchazos de sumisión química. Exigimos un protocolo que incluya:
– Pruebas en hospitales.
– Formación a la policía local.
– Campañas de concienciación en discotecas.Libertad y seguridad. https://t.co/8FfU7LOdvp
— Mónica García (@Monica_Garcia_G) August 2, 2022
Ante esta patinada de la “pistolera”, ha salido al paso la diputada del PP en la Asamblea de Madrid, Ana Dávila, que le ha recordado que la Comunidad de Madrid ya cuenta con un protocolo contra pinchazos en noviembre de 2018, cuando el presidente regional era Ángel Garrido y el consejero de Sanidad era Enrique Ruiz Escudero, quien sigue en este cargo.
Es de 2018, de nadahttps://t.co/blDixzs1AY https://t.co/mRE0gFAACv pic.twitter.com/RuS4KeioPo
— Ana Davila (@adavimu) August 4, 2022
García al asegurar que no se “ha establecido ninguna medida” sobre este asunto, está difundiendo un bulo, porque la Consejería de Sanidad del Ejecutivo madrileño realizó hace cuatro años un protocolo de actuación ante la sospecha de una posible sumisión química.
Por si fuera poco, de los presuntos ataques de pinchazos que se han denunciado, ninguno ha sido en Madrid. Han sucedido principalmente en Cataluña, donde se han registrado 23 denuncias; País Vasco (12), y Andalucía (10). Además, se han registrado denuncias en Cantabria, Aragón, Comunidad Valenciana, Baleares, Navarra y Castilla-La Mancha. Sin embargo, solo en una de las denuncias se han encontrado trazas de sustancias químicas en las víctimas, que suelen ser mujeres jóvenes que se encontraban en locales de ocio nocturno.