La izquierda radical, tras el intento de derribo de la presidenta Ayuso por el contrato de su hermano (deslegitimado por la Cámara de Cuentas) no pide perdón ni retira las denuncias
La sesión de control al Gobierno de la Comunidad de Madrid de ayer tuvo una singularidad: Es la primera vez, desde hace meses, que los grupos de la oposición no mencionaron al hermano de la presidenta Tomás Díaz Ayuso ni tampoco al contrato firmado por Priviet Sportive S.L. en plena pandemia de Covid 19.
Sorprendente silencio.
Un día después de que se hiciera público el informe definitivo de la Cámara de Cuentas que certifica que dicho contrato se realizó “de manera intachable” y “no observa ninguna tacha ni reparo” en él, el sorprendente silencio vergonzante de la izquierda radical sobre el tema ha sido de aurora boreal.
Sólo el portavoz del PSOE Juan Lobato, en lugar de pedir perdón, reprochó de pasada (y en el más absoluto de los ridículos) a Isabel Díaz Ayuso que seguía sin responder a las “diez preguntas” que le realizó sobre los “contratos de la Comunidad de Madrid con su hermano”.
Este caballero no debe leer los periódicos. Manda carajo.
Pero peor fue lo de la líder de la oposición Mónica García, que siempre fue especialmente combativa en este asunto pero que ayer calló como una puerta.
Mónica García, en un alarde de mezquindad política, puso el acento, durante su interpelación, en criticar la propuesta de PP y Vox de reducir el número de diputados en la Asamblea de Madrid.
Así las cosas, el portavoz de los populares Alfonso Serrano lamentó que ninguno de los portavoces de los grupos de izquierda se hubiese disculpado con la presidenta madrileña.
“Ayer conocíamos el informe de la Cámara de Cuentas que, como dijimos desde el grupo popular en su momento, no le pone ni un solo reparo al contrato más famoso para la izquierda. Ya sé que un organismo independiente a la izquierda no le gusta”, empezó diciendo.
“Ustedes han hecho de su estrategia contra la presidenta su eje de campaña y lo estamos viendo: no se han disculpado. Podemos no lo ha hecho; la señora García no lo ha hecho; pero tampoco usted, señor Lobato, que fue usted el que lanzaba mensajes diciendo que ‘Ayuso basó su estrategia en decir que la Cámara de Cuentas había fiscalizado’ y era mentira”, reprochó entre el aplauso de su bancada.
En definitiva que nadie de esa izquierda radical (y carente de ideas políticas) tuvo la dignidad política de pedir perdón y anunciar que retiraban la denuncia que pusieron en la Fiscalía Anticorrupción… Es lo menos que podían hacer…
Pero no tienen sentido de la dignidad ni del ridículo político.
Tampoco he escuchado o leído a los impresentables Pablo Casado y Teodoro García Egea insinuarlo siquiera…
Sin perdón.
Manolo Pérez