Esta es la noticia:

La jefa de la Policía Nacional en la provincia de Pontevedra Estíbaliz Palma, ha sido cesada de manera fulminante después de que se difundiesen unas declaraciones suyas en las que afirmaba que «ya les gustaría a algunas que las violara un UIP (antidisturbios)”.

La frase la pronunció durante una comida en el marco de un homenaje a un agente vigués herido durante los incidentes de 2019 vinculados a las protestas por la sentencia del proceso independentista catalán.

Esta fue la desafortunada frase completa, refiriéndose a aquella época:
“Hubo 48 horas en que parecía que la Policía Nacional se había transformado y, de repente, violaba, maltrataba y no sé qué cuántas cosas hacía más, que ya les gustaría a algunas que las violara un UIP (antidisturbios)”.

¿Pero qué relación tuvo Estíbaliz Palma con Pozuelo para que en la villa se haya montado un buen pollo?

Estíbaliz Palma tuvo mucha relación con esta ciudad porque fue una comisaria de la Policía Nacional muy popular y no exenta de cierta polémica. Durante su estancia en la villa (llegó en enero de 2016 y se fue a Pontevedra en octubre de 2019) Pozuelo sufrió una gran subida de inseguridad ciudadana pese a las mentiras de la alcaldesa Susana Pérez Quislant para la que nunca pasaba nada en la ciudad. Pero si pasaba… Vaya si pasaba.

En aquel tiempo, la realidad era que los delitos graves, sobre todo los relacionados con el robo con fuerza en las cosas, se estaban produciendo en Pozuelo con demasiada frecuencia y facilidad. Era algo no conocido hasta entonces y, desde luego, no asumido en esta ciudad. Y no había más que salir a la calle para saberlo aunque la Junta de Seguridad Local mintiese y dijese que no era así. Sin aportar datos, claro. Algo que aprovechaba la alcaldesa para llevar a cabo su habitual forma de gobernar en la publicidad torticera.

Curiosamente, a esas juntas de seguridad asistía la comisaria Palma, una policía prestigiosa, que tragaba de aquella manera, porque la realidad era que nunca Pozuelo estuvo tan mal desde los primeros años ochenta del siglo pasado como claramente reflejaban las estadísticas del Ministerio del Interior.

También es verdad que en aquel tiempo, la intendente de la Policía Municipal era Sonia Rodríguez que tenía una peculiar manera de entender las funciones de servicio público de dicho cuerpo hasta que lo convirtió en una especie de ejército de Pancho Villa dominado por los sindicatos…

Vamos, que se juntaba el hambre con las ganas de comer.

Pero, por esas cosas de la vida, era muy vendible y destacable que, en Pozuelo, fuesen tres mujeres las que tenían una gran responsabilidad: La alcaldesa Susana Pérez Quislant, la comisaria de la Policía Nacional Estíbaliz y la intendente de la Policía Municipal Sonia Rodríguez…

Tan es así que la revista Pozuelo In aprovechó aquella situación, en su número de Julio-Agosto de 2017, y destacó esta singularidad en un gran reportaje que aún es recordado en esta ciudad, según nos han hecho saber los lectores de El Correo de Pozuelo…

Pero la vida política, en estos años que han pasado, ha cambiado mucho en Pozuelo de Alarcón… De hecho, de aquellas tres mujeres de la fotografía de Pozuelo In, Sonia Rodríguez fue cesada hace año y medio, Estíbaliz Palma ha sido cesada ahora y Susana Pérez Quislant tiene ya la fecha de caducidad impresa en la frente, tras la caída en desgracia de sus preceptores Pablo Casado y Teodoro García Egea… Qué efímera es la vida…

Tan efímera que, en este momento, me acuerdo de aquellos versos de la coplilla “Pasa la vida” del mítico grupo Pata Negra…

“Pasa la gloria, pasa la gloria
Pasa la gloria, nos ciega la soberbia
Pero un día pasa la gloria, nos ciega la soberbia

Pero un día pasa la gloria
Y pasa la gloria, y ves que, de tu obra, ya no queda ni la memoria
Y ves que, de tu obra, ya no queda ni la memoria”

Juan Manuel Sánchez

(Foto de portada, gentileza de Pozuelo In)