Prefiere que la luz siga subiendo: El Gobierno de España curiosamente se opone a la propuesta de la Unión Europea de incluir la energía nuclear y el gas como energías verdes hasta 2045

El Gobierno español ha mostrado su rechazo a incluir la energía nuclear y la generación por gas natural en la tabla de clasificación de opciones ‘verdes’ en el marco comunitario, como propone la Comisión Europea (CE).
«Independientemente de que puedan seguir acometiéndose inversiones en una u otra, consideramos que no son energías verdes ni sostenibles«, recalca la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
Según destaca el Departamento que dirige Ribera, España es «firme defensora» de la taxonomía verde como instrumento clave para contar con referencias comunes que puedan ser usadas por inversores para lograr la descarbonización de la economía y alcanzar la neutralidad climática en 2050, pero considera que, dentro de ese objetivo, «admitir la nuclear y el gas natural como parte de la taxonomía verde europea supondría un paso atrás». «No tiene sentido y manda señales erróneas para la transición energética del conjunto de la UE», añade.
España admite que tanto la energía nuclear como el gas natural tienen un papel que jugar en la transición, pero «limitado en el tiempo», por lo que, a su juicio, «deben ser tratadas de forma aparte y no como verdes, donde están otras energías claves para la descarbonización y sin riesgo ni daño ambiental».
Todo ello porque la Comisión Europea ha propuesto que las inversiones en energía nuclear y gas natural se consideren sostenibles en la transición ecológica, según ha dicho este sábado, tras anunciar que el viernes comenzó las consultas al respecto con los países de la Unión Europea (UE) y los expertos de la Plataforma de Finanzas Sostenibles.
«Teniendo en cuenta el asesoramiento científico y el actual progreso tecnológico, así como los diferentes retos hacia la transición entre los Estados miembros, la Comisión considera que existe un papel para el gas natural y la nuclear como medio para facilitar la transición hacia un futuro basado predominantemente en las renovables«, ha dicho el Ejecutivo comunitario.
Bruselas pretende aprobar el acto delegado este mes de enero tras consultar con los gobiernos europeos y los expertos, pero para que entre en vigor, la propuesta tendrá que recibir el visto bueno del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE.
El Ejecutivo comunitario ha ido retrasando la propuesta en las últimas semanas y no fue hasta mediados de la semana pasada, en su última reunión previa al parón navideño, cuando mantuvo un debate sobre la llamada «taxonomía».
En su propuesta, la Comisión pide que reciban la etiqueta verde las inversiones en las centrales nucleares que reciban el permiso de construcción antes de 2045 y que también se considere sostenible al gas natural siempre que provenga de energías renovables o tenga bajas emisiones en 2035.