La revista Vive Pozuelo de diciembre, que hay que devolver al Ayuntamiento, retrata las vergüenzas políticas de la alcaldesa Susana Pérez Quislant y los Oposiamigos mayoritarios
Resulta descorazonador o posiblemente ilusionante que hayan tenido que ser dos niños de cinco y tres años los que hayan hecho más por las libertades de todos (poniendo en evidencia a este gobierno nazional-socialista-comunista lleno de ideología y mentiras) que los oposi-blandengos peperos que tanto han tenido que ver con la situación que ambas historias han evidenciado.
El niño de Canet y la miseria del 25 % en eXpañol con todas las hordas totalitarias nacionalistas contra el mismo por reclamar lo que por ley corresponde y el juez granadino recordando que el hijo de Juana Rivas había sido víctima de abusos sexuales, gracias a la denuncia de sus educadores, excluyéndose la madre de la misma, mostrando hasta qué punto esa ideología de género y ese ministerio de igual-dá (sin decir nada la ministra del mismo) siguen con el ¡Juana vive aquí!… que ya les vale.
Lo mismo que el “copas” del PP, o acaso no se acuerdan cuando la derecha cobardiana del Mariano presidente la defendía, incluso Alberto Rivera hoy tan próximo a nosotros por su parentesco político con nuestro Damián Macías.
Se acobardan por si los llaman fascistas y acaban apoyando a estos totalitarios comunistas recibiendo los golpes, como siempre, los ciudadanos.
Y es que se empieza por desertar de la batalla cultural y se acaba por acosar a la lideresa madrileña para que no nos haga sombra ¿verdad Almeida y Casado?
Pero a nosotros, en Pozuelo, nos llega con lo nuestro. Quislant en pleno desvarío gubernamental ora con VOX, ora con C’S, mañana ya veremos con quién y a pesar de los desplantes de Isabel (el más sonado la inauguración del paso subterráneo camino de Majadahonda) sigue empeñada (cuál madrastra de Cenicienta que ella es la más bonita) y que de la mano del lanzador de aceitunas (Teodoro 1º de Murcia, liquidador del PP) conseguirá colocación para ella y su marido en otra nueva y resplandeciente etapa tras la ruina en la que nos dejará Pozuelo.
Y como el espejito sigue siendo la gacetilla municipal a ello se pone y lo mismo le dedica una rotonda al fundador del ESIC, que copa todas las fotos con los estudiantes excelentes, cuál excelsa intelectual y de ahí a la fiesta de la Policía y vengan fotos, medallas, insignias y metopas quedándole aún tiempo, por enésima vez, en destacar que La Estación será bella con la nueva inversión (de todos los años), aunque el barrio cada día sea más cutre y, por supuesto, trenes, norias, pistas de hielo y caballitos para todos porque es Navidad.
No podía faltar el “papeo gratis” y habrá churros y chocolate hasta en dos sitios distintos porque esto de Pozuelo es muy raro y con tantos Cascos y Barrios el dulce elemento tiene que llegar a todos aunque las arcas estén vacías.
¡Qué no se entere ELLA que ningún pozueleño pasa hambre de cacao en la villa!
Y si pensábamos que la Oposición estaba mejor, nada como leerlos en el folio de caridad que les cede en la revista Vive Pozuelo y que denomina “Opinión Municipal” y en el que la cuartilla de SOMOS Pozuelo (en otra demostración de la miseria política del PP) hay que buscarla, aunque la finalidad última de los que allí escriben no es otra que tener su minuto de gloria política y, justificar, ante sus propios (familia y vecino de escalera ya que dudo que nadie del partido, si saben leer, acometa tal lectura ) critican los Presupuestos del 22 o, en el caso de Damián, alabar que la gobernanza se haya, por fin, materializado tan positivamente gracias al naranja que ya no es un color.
Aunque lo mejor es el Sr. Oria que tras el déficit del 2020 (casi quince millones) se jacta de unos presupuestos sin deuda…
Al menos Bascuñana tiene a bien felicitarnos las Fiestas, porque el resto ni a ese detalle apelan.
Pues eso que la Navidad sea capaz de hacernos mejores y que nos traiga por los Reyes la renuncia del inabordable Melgarejo y la marcha de tanto chamarilero electo municipal, aunque me temo que lo veremos pulular, como a todos su colegas de gobierno, alrededor de la Cabalgata repartiendo caramelos y mostrándose cuáles reyes de Oriente.
Y es que les pone estar en la procesión y repicando.
Alejandre