El inefable Miquel Iceta, ministro de Política Territorial, se columpia y comparte que Antonio Tejero había sido indultado mientras no se podía indultar a los golpistas del ‘procés’

La decisión por parte del Gobierno de España de indultar a los 12 políticos encarcelados por su implicación en el proceso soberanista catalán, ha desatado una oleada de críticas, polémicas y hasta falsas noticias que han puesto en entredicho la medida de gracia y sus criterios, muy ambiguos en diversos aspectos.
Pese a la posición adoptada por el Tribunal Supremo, que se muestra contrario a la concesión de los indultos alegando que no responde a razones de justicia, equidad y utilidad pública, el presidente Sánchez sigue pensando en concederlos para avanzar en la mesa de diálogo sobre Cataluña.
La acorazada mediática socialista está desataba buscando argumentos que favorezcan el indulto de los golpistas, entre ellos el caso del indulto de los dos de los protagonistas del 23-F, el teniente coronel Antonio Tejero y el general Alfonso Armada que aunque puedan parecer similares, tienen profundas diferencias.
Así, algunos menoscaban la importancia del arrepentimiento en esta disyuntiva defendiendo que a Antonio Tejero, la cabeza más visible de aquel vergonzoso 23 de febrero, se le concedió el indulto a pesar de no mostrar ningún atisbo de remordimiento, algo que es profundamente falso.
Y de esa falsa campaña, incomprensiblemente, el ministro de Política Territorial Miquel Iceta se hace eco…
Indultos: ¿a Tejero, sí, y a Junqueras, no?, Xavier Vidal-Folch https://t.co/owrNNtyCpS
— Miquel Iceta Llorens /❤️ (@miqueliceta) May 31, 2021
Pero a Antonio Tejero no se le otorgó la medida de gracia, que fue rechazada por el Gobierno de Felipe González alegando que el ex guardia civil no había mostrado intenciones de acatar la Constitución y de que suponía una medida en contra de la democracia, a lo que habría que sumarle el agravante de que era reincidente.
Por ello, es falso que Antonio Tejero fuera indultado en 1993, a pesar de que sí que es cierto que el Tribunal Supremo se mostró a su favor, al considerar que la «alarma pública» generada tras los hechos era casi inexistente y que sus 13 años en prisión ya habían tenido su «efecto ejemplarizante», alegando finalmente que el indulto era una medida «de conveniencia pública» y que, con el, se «contribuiría al olvido de unos hechos que deben quedar en el pasado».
Paralelamente a todo esto, de lo que si gozó desde el mismo día en el que se le negó el indulto fue del tercer grado, que es el hecho que puede llevar a la confusión. Posteriormente, en 1996, se le otorgó la libertad condicional tras pasar 15 de los 30 años de su condena entre rejas.
El que sí disfrutó de los beneficios de la medida de gracia fue el general Alfonso Armada, al que se le concedió en 1988 después de solicitarlo en cinco ocasiones diferentes.
En su caso particular, el Supremo abaló la petición «por razones de equidad», al mostrar desde prisión «su arrepentimiento, su lealtad a la Corona y al ordenamiento constitucional», al contrario que Tejero.
A Armada, el indulto le fue denegado en las cuatro primeras peticiones, pero a la quinta el Gobierno le terminaría concediendo la medida de gracia tras sus reiteradas disculpas, amparado en el informe del Supremo en el que se recogían sus buenas intenciones, además de su avanzada edad y su delicado estado de salud.
La Tarántula