Isabel Díaz Ayuso se suma a la estupidez izquierdista y se deja intoxicar por las majaderías del debate feminista y convierte la política en un espectáculo exhibicionista
Yo creí que, en el tema del feminismo, el nobel a la estupidez era patrimonio de la izquierda. Ellos se lo trabajan todos los días. A falta de alguna idea para solucionar los problemas de la gente, que eso es un lío y da mucho trabajo, la izquierda se ocupa de lo que realmente importa al ciudadano, a saber: el heteropatriarcado opresor
El problema es que ahora todos los políticos parecen haberse contagiado de esta estupidez y nos han convencido para que hablemos de feminismo a todas horas.
La última en sumarse a ese carro ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D. Ayuso, jaleada por toda la cúpula del PP. Y todo, porque en la final de la Eurocopa de fútbol, celebrada en Arabia Saudí, invitada por la Federación Española, en un gesto reflejo y, discúlpenme, poco adecuado, le pasó la mano por la espalda al saudí que la colocaron al lado.
En una entrevista que realiza con ese motivo en el diario El Mundo titulado “Ayuso de Arabia” (me voy a abstener de comentar el titular), acompañada de una imagen digamos cuando menos sugestiva frente a un espejo, ella dice de sí misma que “no pueden aceptar que, con un simple gesto, yo haya conseguido para muchas mujeres más que cualquiera de ellos”
Y yo me pregunto, Sra. Ayuso ¿qué es lo que ha conseguido usted exactamente? ¿somos hoy más iguales que ayer porque usted le magrease la espalda a un moro? Seguramente remangarse las mangas de un vestido es un hecho trascendental en la lucha por la igualdad, tanto como las hazañas de Juana de Arco, los descubrimientos de Marie Curie o los escritos de Virginia Woolf.
Es una desgracia que la derecha se deje intoxicar por las majaderías y necedades del debate feminista y aún peor que, a falta de ideas para gobernar, a diestra y siniestra, la política se haya convertido en un espectáculo exhibicionista.
Ya, puestos a eso, y una vez abierta la veda por Cristina Cifuentes, lo mejor sería que las próximas elecciones se resolviesen en la isla de Supervivientes.
Dracarys