Susana Pérez Quislant, tras volver a fracasar en las generales, necesita políticamente los máximos apoyos a los Presupuestos 2020 (no le basta con Vox) y el taimado Oria va a empezar a zascandilear para ello
Como ya contamos hace unos días, la alcaldesa de Pozuelo Susana Pérez Quislant está nerviosa. Muy nerviosa. Por tercera vez consecutiva no ha conseguido la añorada mayoría absoluta y eso, en política, tiene más peligro que un cable en un charco… Al fracaso de su marido como Director de campaña se ha unido el fracaso de Juan Carlos Jiménez… Donde no hay no se puede sacar. Lo de esta señora es una decepción total, como muchos venimos diciendo desde hace mucho pero el PP está sordo… Pero como una tapia.
Jamás se vio nada parecido en Pozuelo.
Pero, si al fracaso de Quislant, se une el tropezón de Teodoro García Egea tras la pérdida de votos en la Región de Murcia y el éxito de Vox, la cosa empieza a tener tintes dramáticos. Su crecimiento político-personal está en peligro… Y ella por ello «mata», como Belén Esteban por su hija…
Tan en peligro está que necesita algo que presentar en Génova para salvar esa parte de su cuerpo donde la espalda pierde su digno nombre… Un éxito. Necesito un éxito, Edu. El que sea.
Y no hay éxitos… En Pozuelo ya no quedan este año. Se precipitó al anunciar el acuerdo con Vox sobre los Presupuestos del Ayuntamiento 2020, en un error propio de principiante (ELLA es una principiante), y ahora ya no le quedan ases en la manga…
Pero, insisto, ELLA necesita presentar un éxito en Génova. Su vida político-personal está en juego.
Y, dándole vueltas a la cabeza, pensó en Pozuelo Suma. Mejor, en Madrid Suma. O, mejor aún, en España Suma… Edu, mira a ver…
Y Oria (algún día contaré lo que anda diciendo de la alcaldesa en Madrid), en plan Conde Duque, ha empezado a buscarle soluciones a su jefa. En el fondo, como Don Gaspar de Guzmán hizo con Felipe IV, Eduardo Oria besará la mano de ELLA hasta que consiga su objetivo. Y su objetivo es ser alcalde de Pozuelo. Tiempo al tiempo. Pero ahora ese tema no toca aún.
Y entre esas soluciones está que se aprueben los Presupuestos Generales del Ayuntamiento por el mayor número posible de concejales. Ya los tiene aprobados por un genuflexo Vox (incomprensible en Pozuelo) pero eso no es suficiente… Necesita más…
Y como con el PSOE de Pozuelo y con Somos Pozuelo no puede hacer nada (tras el anuncio del Pacto de Sánchez con Iglesias se han roto todas las posibilidades que quedaban si es que quedaba alguna) me cuentan que va a tocar a Ciudadanos.
Ciudadanos Pozuelo está descompuesto. La tremenda derrota en las elecciones generales le ha bajado los humos y lo ha dejado más perdido que el barco del arroz. Y esa debilidad le deja en una posición política frágil… Muy frágil… Y ahí aparecerá Oria… Me cuentan que el Vicealcalde le ofrecerá a Macías un punto de apoyo para salvar (aquí) el trasero…
Eduardo Oria es un taimado político y sabe cómo vender caramelos… Aún no me han contado qué tipo de caramelos pero serán muy dulces para salvarle la cara de Damián Macías…
A cambio de esas golosinas en forma de enmiendas, el Grupo Municipal Ciudadanos tiene que apoyar todo el presupuesto. Lagarto-lagarto.
Y, si vota Ciudadanos a favor de esos presupuestos, Quislant lo presentará en Madrid como un éxito. Como el primer éxito de Pozuelo Suma. O de Madrid Suma o, vaya usted a saber si de España Suma. Quislant, en su ignorancia mezclada con su ambición, se atreve con todo cuando está en juego su carrera político-personal.
Estoy seguro de que ya se está apuntando, incluso, el éxito de los pardillos de Vox Pozuelo.
¿Qué hará Ciudadanos ante esta trampa saducea?
No lo sé. No lo sé aún. Lo sabré. O esperaré al Pleno Extraordinario de Presupuestos, qué más da. Tengo tiempo. Hay tiempo para todo.
Mientras, la política pozuelera se convierte en algo apasionante, dentro de su cutrerío…
El Capitán Possuelo