El contencioso Federación Española-Liga de Fútbol Profesional por los horarios de los partidos de fútbol no es más que una pelea de gallos que se arreglará con pasta para todos
Tengo para mí que el contencioso Federación Española de Fútbol-Liga de Fútbol Profesional por los horarios de los partidos de fútbol es como una pelea de gallos de sus dirigentes en la que la sangre no llegará al río porque es un asunto de dinero.
Realmente Luis Rubiales, Presidente de la Federación Española de fútbol, y Javier Tebas, Presidente de la Liga de Fútbol Profesional, mantienen una lucha por “el poder del dinero” parodiando en título del thriller de Robert Luketic, en la que Tebas lleva la mejor parte y Rubiales sólo recoge las migajas.
La salomónica decisión del titular de un juzgado de lo Mercantil de Madrid de jugar partidos de futbol los viernes pero no los lunes le ha sentado a Tebas como una patada en la entrepierna.
El problema está, al parecer, en que la Liga ha vendido los derechos de televisión que aún no se han negociado y el vigente convenio ha finalizado.
Está claro que nadie quiere dar su brazo a torcer y hay que recordar que cada parte barre para adentro pero hay que ser consecuente con las decisiones que se toman.
Porque el Presidente de la Federación Española se negó en rotundo a que el Barcelona y el Girona jugaran fuera de España pero la final de la Supercopa se la lleva fuera de España. Todo sea por la “pasta” pero menudo respeto para las aficiones de los equipos que la jueguen.
Liga y Federación tienen la obligación de sentarse a negociar y si hay más dinero que sea para todos. Y cuando digo todos incluyo a los jugadores de Segunda B y Tercera División que, a duras penas, cobran fichas ridículas, cuando las cobran.
Y que no se olviden del fútbol femenino. Dinero sí, para todos.
José Antonio Rosa