La alcaldesa Susana Pérez Quislant se inventa, deprisa y corriendo y para hoy mismo, un homenaje a las víctimas del terrorismo cuando se cumplen 15 años de los atentados del 11-M

Hoy hace 15 años de aquello. De la mayor masacre terrorista de España y sería bueno que nadie lo olvidase. Solo si recuerda daremos dignidad y justicia a las víctimas y podremos construir una sociedad más justa.
Por eso, hoy, tenía pensado hacer una pequeña reflexión sobre el terrorismo islámico basándome en un estudio publicado esta semana por el prestigioso Instituto Elcano.
Pero, cuando estaba intentando sacar conclusiones de dicho estudio, veo que la alcaldesa Quislant, tras caerse del guindo una vez más, ha convocado un homenaje a las víctimas del terrorismo para hoy. Seguro que ni se había acordado y el viernes pasado, a toda pastilla y solo en su cuenta de twitter hizo la convocatoria. Improvisación a tope.
Una convocatoria tarde, mal y nunca. Como siempre. Hecha de forma extemporánea y, posiblemente, de mala gana ya que es probable que se lo hayan impuesto y eso distorsiona su objetivo principal ahora mismo.
No sé en qué consistirá el acto aunque conociendo el percal será, como siempre, un amago. NI lo ha preparado ni lo ha vendido.
No obstante y ya que estaba con ello, expondré brevemente alguna de las conclusiones de ese estudio del Instituto Elcano en el que se analiza la evolución de los yihadistas españoles desde aquel infausto 11 de marzo hasta la actualidad y en él se destaca el cambio de perfil de los terroristas que, en los últimos años, han operado en territorio nacional y llega a conclusiones muy interesantes.
Y lo haré porque, en ese estudio, entra en juego un gran problema que España como “objetivo emblemático” del Estado islámico no debería olvidar. España empieza a saturarse de MENAS y de “MENAS” que llegan a la mayoría de edad que no sabemos qué hacer con ellos.
Pozuelo, incluido. En esta villa hay una vivienda de MENAS y otra de “MENAS” mayores de edad en la Colonia de los Ángeles (regalos de Ángel Garrido) y ello es un problema latente. No los acusaré de presuntos terroristas. Dios me libre. Sólo señalo los peligros que saca el Instituto Elcano.
Y es que, «los yihadistas (según el estudio) han dejado ya de ser fundamentalmente inmigrantes de primera generación procedentes de países islámicos y muy en especial del que es geográficamente más próximo al nuestro, es decir, de Marruecos, como ocurría hasta 2011».
A partir de 2012, seis de cada diez yihadistas pertenecen a las segundas generaciones.
Y se llega a una conclusión novedosa: existe además un «pequeño pero significativo número» de activistas del «yihadismo homegrown o yihadismo propiamente endógeno».
Un fenómeno que corresponde en su «totalidad a conversos, una parte de los cuales llegaron al yihadismo a partir de la islamización de otro tipo de radicalismos y otra parte como consecuencia de sus experiencias en familias desestructuradas o con adolescencias traumáticas».
¿Qué se está haciendo con todos esos menores que llegan a España y que, con el paso de los años, se hacen mayores?
La izquierda ha querido, durante todos estos años, que se olvide aquel terrible atentado no por lo trágico sino por buenismo y lo ha hecho manteniendo las puertas más abiertas si cabe a la inmigración árabe.
Y, posiblemente, sin estudiar sus imprevisibles consecuencias.
Sin darse cuenta de que el proteccionismo solo es huir de la realidad. Solo eso.
Esto solo es una simple reflexión sobre un estudio. No condeno a nadie.
El Capitán Possuelo