Las encuestas empiezan a abrir un abanico de posibilidades para conseguir que Pozuelo de Alarcón deje de ser “una reserva india” donde colocar peperos. Un artículo de Juan Pozuelo
Los datos “fiables” del Capitán que fueron publicados ayer en este mismo diario abre un abanico de posibilidades impensables al principio de la legislatura para gobernar esta ciudad. Empieza a ser posible que la Alcaldía de Pozuelo deje de ser algo propio del PP. Los datos de estimación de voto que ofreció también ayer el CIS, a nivel nacional, corroboran esa posibilidad.
Según El Correo de Pozuelo y el CIS, el PP, el PSOE y Unidos Podemos (en Pozuelo, Somos Pozuelo) han perdido una serie de puntos en intención de voto. Puntos que han ido a parar a Ciudadanos, que es el único partido grande que ha crecido. Cabe, por tanto, decir que, a nivel nacional, el problema de la fuga de votos no lo tiene únicamente el PP sino que también lo tiene el PSOE, aunque en menor medida. Podemos empieza a no contar.
Volviendo a estos datos en Pozuelo y dando por bueno el voto fiel de la “derecha tradicional” al Partido Popular y de la “izquierda tradicional” al PSOE, podemos estar asistiendo, sin embargo, a varios cambios en la población que afectarían a la estimación de voto y que explicarían el retroceso de ambos partidos que han gobernado y hecho oposición durante tantos años.
El primero de esos cambios se me ocurre, a bote pronto, que podría ser generacional. Todo el mundo sabe que la tercera edad vota mayoritariamente al PP y al PSOE. Al primero por la seguridad que transmiten sus políticas económicas. Al segundo en recuerdo y homenaje a los que fueron sus viejos líderes. Pero la muerte es implacable en esas edades y los que desaparecen durante los cuatro años de la legislatura, son sustituidos por jóvenes rebeldes con clara animadversión hacia el bipartidismo que ambos partidos representan.
Se me ocurre que el segundo cambio que viene experimentando la estimación de voto en la población pozuelera podría tener a la corrupción como factor determinante. Los numerosos sumarios judiciales abiertos en estos momentos, que no solo afectan al PP sino también al PSOE de Andalucía, podrían estar incidiendo en las clases medias de nuestra ciudad, principal granero de votos naranjas.
Y el tercer cambio es, sin duda, la pésima imagen del actual equipo de gobierno del Ayuntamiento, especialmente de la Alcaldesa Quislant. Una regidora gris a quien le tocó el premio gordo en la tómbola pepera de 2015, que se ha rodeado en su círculo más cercano de un equipo de personajes mediocres como el orondo Oria, la hermanísima Almudena o la “odiada” Beatriz Pérez Abraham, entre muchos otros. Pelotas todos, en general.
A bote pronto, insisto, todo parece indicar que el viento de la alcaldía de Pozuelo sopla de la parte de Húmera, pero no creo que eso sea suficiente. Los naranjas son demasiado novatos y tienen demasiados problemas internos.
Lo que sí dejan claro las encuestas es que Pozuelo ya no será “una reserva india” donde colocar peperos. No creo, como dicen los datos de El Correo de Pozuelo que C’s consiga la mayoría suficiente para gobernar solo. Es más, no deberían lanzar las campanas al vuelo porque aún queda mucho tiempo, pero si es cierto que Ciudadanos sí puede gobernar el Ayuntamiento de esta ciudad con un pacto de legislatura o, simplemente, con apoyos puntuales del PSOE y Somos Pozuelo.
De todas maneras, se presenta un panorama muy interesante.
Juan Pozuelo