Pérez Quislant protege a Pérez Abraham. Un artículo de Pablo Gómez Perpinyà

A la versión pozuelera del PP no se le da bien la democracia. Cierto es que se presentaron a las elecciones y que, aunque con otra candidata, las ganaron, pero la democracia se resiente con los gobiernos despóticos incluso cuando estos han salido de las urnas. Y eso es precisamente lo que está sucediendo en Pozuelo, una sucesión de decisiones políticas tomadas para limitar la capacidad de control al Gobierno y los derechos de la oposición.
La Alcaldesa, ensimismada con el poder de su bastón de mando, ha decidido, por capricho divino, que los concejales de Somos Pozuelo no tenemos derecho a realizar una interpelación a la Concejala de Servicios Sociales. Digo capricho porque el Derecho no ofrece lugar a dudas: las interpelaciones son un derecho de la oposición conforme al artículo 163 del Reglamento Orgánico del Pleno. No estaría de más recordarle a la Alcaldesa que nosotros, como el resto, también somos cargos electos y que representamos al conjunto de los vecinos de Pozuelo. Este tipo de cacicadas no solo perjudican a Somos Pozuelo sino que perjudican la imagen y la calidad democrática de nuestro Ayuntamiento.
Pero los caprichos de un gobernante nunca son desinteresados. Al contrario, suelen esconder motivaciones que si trascendieran ruborizarían a más de uno. Y llegados a este punto convendría que la Sra. Pérez Quislant le explicara al mundo por qué desoye a aquellos que dicen que en la Concejalía de Asuntos Sociales las cosas no se están haciendo bien. Pérez Quislant tiene que explicar por qué Pérez Abraham sigue dirigiendo una Concejalía tan importante cuando veintiocho trabajadores han denunciado sus malas prácticas. La Alcaldesa tiene que explicar por qué alguien que lleva más de quince años en el Ayuntamiento, que ha sido relacionada con el entorno de Gürtel y con un concepto de los servicios sociales más propio del franquismo que del siglo XXI, sigue al frente de esa Concejalía. No dice nada bueno de la gestión del PP que recurran a subterfugios burocráticos para evitar que una concejala tenga que contestar a la oposición en Pleno.
No sé si el PP está acostumbrado a una oposición que se limite a ver, oír y callar, pero con nosotros les aseguro que no les va a funcionar e intuyo que contaremos con el apoyo del resto de grupos porque en la defensa de la democracia no puede haber fisuras. Por eso hemos presentando un recurso administrativo contra el Decreto de convocatoria del Pleno de la Alcaldesa y advertimos, con toda tranquilidad, que si no se nos restituyen nuestros derechos, el Gobierno de Susana Pérez Quislant estará incumpliendo el artículo 23 de la Constitución Española y tendremos que valorar acciones judiciales.
La pelota, una vez más, está en el tejado del Gobierno. No vamos a aceptar recortes en democracia.
Pablo G. Perpinyà, Portavoz de Somos Pozuelo