La villa de Pozuelo de Alarcón no se merece tener una alcaldesa como Susana P. Quislant: Políticamente es barullera, chapuzas y lianta pero sobre todo porque miente
Desde hace diez o doce días, El Correo de Pozuelo viene preguntando por las medidas de seguridad que el Gobierno de Pozuelo debería poner en marcha contra el terrorismo durante las Fiestas de la Virgen de la Consolación. Prácticamente, lo hemos hecho desde el día siguiente a los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils. Aquellas tragedias por las que la alcaldesa Quislant convocó un minuto de silencio y no vino. Luego se ha sabido que no vino porque estaba de vacaciones en Cancún. Allende los mares. Pero se quiso apuntar el tanto.
Todos los alcaldes y gobiernos de los pueblos de nuestro alrededor iban anunciando esas medidas de seguridad, cumpliendo, por otra parte, con las recomendaciones del Ministerio del Interior que, lógicamente, está preocupado con el tema. Pero la alcaldesa de Pozuelo ni se inmutaba. Había preocupación en la calle pero, en Pozuelo, Quislant seguía en plan “Don Tancredo”. Quieta parada. Ella a sus cosas. A salvar sus muebles políticos.
El pasado día 25 de Agosto, el diario El País-Madrid hizo un reportaje sobre esas medidas de seguridad y fue preguntando en los más importantes pueblos de la Comunidad de Madrid. Todos los Ayuntamientos contestaban porque, además, entre las recomendaciones del Ministerio estaban las de dar publicidad para que fuesen disuasorias.
Pozuelo dijo esto:
Fuentes policiales, dice. Las medidas ya se habían decidido. El Ministerio recomendaba que se reuniera la Junta de Seguridad local pero en Pozuelo no hacía falta, ya estaba previsto que se instalasen maceteros en las entradas del recinto ferial. No especificaba en cual recinto. Pero estaba previsto, dice.
Y la vida siguió y las medidas no salían oficialmente mientras nosotros, y desde el periódico clamábamos en el desierto. Pero ella seguía a lo suyo.
Un día, el SEAPA ya no podía más y publicó en twitter “Reunión preparación preventivos fiestas”. Normal. Ya era el 30 de agosto y la alcaldesa seguía sin decir nada.
Ese mismo día, por la tarde, la Policía Municipal también agobiada por el tancredismo quislantiano imprimió un panfletillo. Por su cuenta había ido preparando el tema y publicaba una cosita menor que fue pegando en las cristaleras de los bares del Centro. Algo bastante impresentable, dicho sea de paso, para un Ayuntamiento de Pozuelo con 22 millones de euros de superávit y un tema tan importante como la seguridad antiterrorista.
Había que pasar por algún bar para verlo, si ibas pendiente de ello, claro. Los pozueleros que no fuesen de bares, que se jodiesen. Pero era lo que había a tres días de las fiestas.
Y llegó el día 31, a cuarenta y ocho horas del comienzo de esas Fiestas de la Consolación. Ese día, la alcaldesa paró de conspirar por lo suyo y decidió reunir a unos cuantos responsables policiales (ni siquiera estaba la comisaria de la Policía Nacional Estíbaliz Palma, ni el concejal de Seguridad Gerardo Sampedro, ni nadie de la Delegación del Gobierno de la Comunidad de Madrid) y decir después que había tomado una serie de medidas de seguridad, en base al panfletillo de la Policía Municipal. Por supuesto, ni eso era Junta de Seguridad ni Cristo que la fundó, dicho sea con todo respeto.
¿Pero qué hizo la señora Quislant para tapar semejante chapuza?
Dice en la nota de prensa que ha publicado que todas estas medidas antiterroristas se decidieron en la Junta de Seguridad Local de 25 de mayo pasado. Pero tampoco fue verdad. Miente. En esa Junta solo se habló de datos sobre la seguridad ciudadana en Pozuelo. Y en ella sí estuvieron todos los componentes de la Junta.
Pero no quedaba ahí la cosa. Pillada de tiempo y descubierto su abandono de algo tan serio como la seguridad ante los yihadistas, reunió a los portavoces de los Grupos de la Oposición, sin el portavoz del Grupo Popular ni el concejal de Seguridad (son dos traidores), para que la jefa de la Policía Municipal, con Ulecia de convidado de piedra, les explicase el panfletillo que habían publicado y que llevaba desde el día anterior pegado con cinta celofán en las cristaleras de algunos bares…
De paso, por supuesto, hacerse una foto con ellos… La foto que no falte. Qué lianta…
Ah, y publicó un bando (tengo que averiguar quién se lo escribió) sobre esas medidas. Ahora ha descubierto los bandos… Mare meua…
En fin, no se puede ser, políticamente, más barullera, mentirosa y chapuzas que esta alcaldesa.
Pozuelo de Alarcón no merece tener una alcaldesa como Susana Pérez Quislant. No. Aparte de no hacer nada, nos toma por idiotas.
Cifuentes, aparta este cáliz de los pozueleros… Por favor.
El Capitán Possuelo