Cristina Cifuentes, como se está equivocando con esa política de comunicación tan expuesta que tiene en todos los medios, ha terminado entrando al trapo de Ramón Espinar

Estoy asistiendo atónito a un extraño debate en Twitter entre Cristina Cifuentes, Presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP y Ramón Espinar, Secretario General de Podemos en la Comunidad de Madrid y Portavoz de Podemos en el Senado.
Y digo atónito porque no le veo sentido alguno para Cristina Cifuentes. Además de ser de una vulgaridad que asusta. No creo que le convenga a la Presidenta de la Comunidad de Madrid.
Todo empezó cuando Cristina Cifuentes, en un tuit graciosito y alabado por su palmeros, entró en una provocación de una tuitera de izquierda y la llamó ‘guapi’. Una estupidez, sin duda, absolutamente innecesaria. Cosas de esa extraña exposición en los medios en la que se mueve.
Después cometió otro error. Anunció sin ninguna necesidad que se quedaba sin vacaciones por trabajar en la Comunidad de Madrid. Y digo sin necesidad porque esas cosas, como las obras de caridad, se hacen pero no se dicen. Como mucho, se filtran para que las diga otro.
El caso es que la izquierda en general y Podemos en particular, que es muy ‘delicado’ con algunas cosas, se sintieron ofendidos. Debe ser que consideraron como un ultraje al derecho de todo trabajador a tener vacaciones. La izquierda es así. La libertad es discutible.
Pero ninguno de estos dos errores de Cifuentes quedaron en el olvido. Se las guardaron y esperaron. Y bastó un tuit normal sobre Venezuela para que Ramón Espinar saltase y tratase de devolvérsela.
Estos son los tuits del debate:
Un debate absurdo. Y más si Cifuentes pensaba que Podemos podría reconocer algún día sus tics machistas. Se equivocó otra vez diciendo que estaba abierta a que el secretario general de Podemos Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, le pidiese disculpas por haberle llamado así y entró en su juego.
Pero no era un juego y Cristina Cifuentes cayó en una vulgar trampa. Ramón Espinar es un experto en la provocación ya que no tiene nada que perder y, con su chulería (se lo piden sus votantes), ha desquiciado a la Presidenta de la Comunidad. En la vulgaridad siempre gana los vulgares.
Creo que la Presidenta de la Comunidad de Madrid no debería entrar a todos los trapos que le muestran en las redes sociales. Sobre todo en Twitter. Esa red social se ha convertido en un vertedero de la ordinariez y el ‘frikismo’, en la que el libertinaje y la grosería está alcanzando cotas inimaginables y una persona de tan alta responsabilidad no puede bajar a ese tipo debates por muy ‘guay’ que parezcan.
Cifuentes debe exponerse en esa red solo para la información y algo de opinión pero nunca bajar al debate de la trivialidad y la impertinencia.
Su política de comunicación, con semejante alarde ante todo, trae consigo esto. Este debate lo ha perdido y, encima, está alimentando los bajos instintos de muchos indeseables que están disfrutando con las ocurrencias de Espinar.
Y se acercan tiempos peores.
Debería hacerse mirar ese constante exhibicionismo mediático. Caer en el populismo es malo y más para una Presidenta de la Comunidad de Madrid.
Juan Manuel Sánchez