El preparador Ioannes Osorio da una lección de honestidad y profesionalidad en el Hipódromo de la Zarzuela, Aravaca, ganando el Premio Corpa y el Premio Teresa
Sólo una lesión traumática de un purasangre puede valer como excusa a su preparador ante una actuación del caballo, un 40-50% por debajo de su valor normal. Las demás excusas, como salir a perfilar su forma para una prueba de mayor fuste, son simples tapaderas del entrenador para tapar sus incompetencias.
Ayer, Ioannes Osorio, hijo del Duque de Albuquerque, dio un mentís rotundo a lo señalado anteriormente y demostró la única verdad de la pista: los caballos tienen que salir a competir para alcanzar un resultado digno de su valor y características. Todo lo demás es falsificación de la competición y engaño al espectador y apostante. Los galopes matinales son para entrenar y las carreras para confirmar trabajos y estrategia.
Osorio presentaba ayer en La Zarzuela dos purasangres, “Tuvalu” en el Premio Corpa y “Avenue d’Argent” en el Premio Teresa, y ninguno de los dos había corrido en el año.
Pues bien, tanto el caballo como la yegua eran “un cromo” en el padock y, luego en la pista, obtenían dos victorias incontestables, demostrando y acreditando sus superiores valores. Felicitaciones para el preparador, que , no lo olvidemos, no ha hecho otra cosa que cumplir con su deber.
Los 3.000 metros del Corpa fueron corridos a un buen tren, conducido por participantes con escasa probabilidad.
A la entrada de la recta final, tras breve lucha con “Canciller” y “Natagaima“, que serán tercero y segunda respectivamente, “Tuvalu” coge un par de cuerpos de distancia y gana con comodidad.
Para el cuarto puesto empatan “Sant’Alberto” y “Green Soldier” que vino desde los últimos lugares, tras ir muy retrasado en el recorrido.
Y el Premio Teresa, sobre 2.200 metros, con 18.000 euros de bolsa para el ganador, se ha resuelto con un paseo apabullante de “Avenue d’Argent” que no ha encontrado enemigos.
“Rock Eyes” intentó un ritmo suicida para que la hija de “Kendargent” sintiera su inactividad de seis meses y los dos kilos de recargo como ganadora del Valderas y del Benítez de Lugo, pero pagó su atrevimiento y perdió el segundo puesto por esa causa.
La ganadora causó gran impresión.
El Gentlemen