El abrazo de Bisbal a Chenoa y el momento que incomodó a la cantante en ‘OT: El reencuentro’
David Bisbal y ‘Chenoa’ protagonizaron el gran momento del segundo programa del reportaje ‘OT: El Reencuentro’. El cantante dio un abrazo a su ex con el consiguiente aplauso de todos sus compañeros y las lágrimas de Rosa, que se emocionó al ver a sus dos amigos protagonizando ese gesto. Sin embargo, la expareja protagonizó otros muchos gestos que no fueron tan tiernos.
Los dos concursantes de Operación Triunfo se reunieron con el resto de sus compañeros 15 años después, con el matiz de haber atravesado durante estos años una relación sentimental con un final turbulento.
En un momento del programa, los concursantes recordaban su trato en el programa original, instante en el que les pudo la emoción, y el almeriense se fundió en un abrazo, primero con David Bustamante, y posteriormente con la propia Chenoa.
Algunos de sus compañeros se llegaron a emocionar con dicho abrazo, con la ganadora Rosa, que llegó a dejar caer alguna lágrima.
Pero más tarde la cosa cambió. Algunas de las palabras de Bisbal reflejaron rostro desencajado en Chenoa. Por ejemplo, cuando intentaba restar importancia a su éxito profesional comparado con el de los demás.
Pero el momento clave llegó cuando Àngel Llàcer pidió que cada uno se sentara con aquella persona con la que habría mantenido una relación en la casa. Bisbal se lanzó rápidamente a las piernas de Llàcer, mientras Chenoa miraba para otro lado en un momento ‘tierra trágame’ sin saber qué hacer. Afortunadamente, Verónica se sentó sobre ella y Álex Casademunt se puso a su lado.
Chenoa también recordó, en el vídeo que protagonizó en Palma de Mallorca, cómo fue su relación con Bisbal. Viendo imágenes de los dos en la Academia, dijo que le gustaba verlo “porque era muy verdad y es un testimonio de mi vida que ha quedado grabado para siempre”.
También habló de una de las imágenes más recordadas tras su ruptura con Bisbal. Fue cuando salió ante la prensa a hablar de ello vestida con un chándal y los ojos llorosos. “Yo no salgo más en chándal”, dijo.