Rios de tinta que no de Viagra corren alrededor de la figura de Mario Vargas Llosa, y más desde que esta semana el novio de Isabel Preysler filtrara -dicen que por un error informático- una tórrida escena de sexo, descrita en sus más escabrosos detalles y con la maestría del premio Nobel de Literatura. Se trata de un encuentro sexual entre dos mujeres que tiene lugar en el primer capítulo de la novela Cinco esquinas que el peruano pone a la venta en Latinoamérica y en España (Alfaguara) el próximo 3 de marzo. Estrategia promocional o fallo técnico, el escritor amplifica el eco del morbo hablando de sexo en una entrevista: «El erotismo enriquece el placer y la relación de los amantes», ha dicho.

Vargas Llosa, que celebrará sus 80 años el próximo 28 de marzo, disfruta de una vitalidad extraordinaria, e imprime a su vida un ritmo de trabajo vertiginoso: la presentación de su obra, el lanzamiento y la promoción coinciden con los innumerables homenajes que se le brindan en torno a su aniversario, lo cual, unido al trepidante ajetreo mediático que le persigue, especialmente desde que cena y desayuna con la viuda de Miguel Boyer, conforma una agenda repleta y agotadora.

Uno de los actos más relevantes e inmediatos es la presentación de las notas desde la cárcel del disidente venezolano Leopoldo López, que hará coincidir con la de su novela, y en donde estará acompañado por la presidenta de la comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y el ex presidente Felipe González.

Entre eventos, ruedas de prensa, viajes diversos y fiestas con o sin su amada novia, el autor de La fiesta del Chivo ha tenido tiempo de conceder una entrevista a la revista Elle, donde ha hablado por ejemplo de sexo, amor y placer, explicando cuán bueno es para los amantes tenerlos a mano para mejorar su relación.