Crónica de una Comisión rara en la que Ciudadanos pilla al Gobierno cobrando una tasa oculta del agua y el Gobierno solo sabe responder aplicando la mayoría absoluta

Hace tiempo que vengo diciendo que la oposición de esta legislatura está cambiando. Que trabaja y propone. Y que, a base de esfuerzo, está poniendo una y otra vez al Gobierno en una situación desairada. Propia del que pillan recién levantado de la siesta, por poner una imagen que conocemos todos. Y eso fue lo que pasó ayer en una comisión rara convocada expresamente por la presión legal que realizó Ciudadanos.
Y es que el Gobierno de Pozuelo de Alarcón, salvo sus dos estrellas emergentes que andan más perdidas que Carracuca, pasa de todo. Y eso tiene consecuencias. Sus miembros van a su rutina y a otra cosa, mariposa. Cobran a fin de mes y ‘vaya frío que hace esta mañana, compañero’. Llevan mucho tiempo acostumbrados a eso y eso ha terminado siendo su querencia natural.
Como nadie les coordina ni nadie los dirige, porque bastante tiene Félix Alba con lo suyo y bastante tiene la alcaldesa Quislant con sus preocupaciones externas, todo está manga por hombro. LO vengo diciendo hace tiempo. Y pasa esto.
El Gobierno de Pozuelo presume de bajar los impuestos. Somos los campeones de las bajadas de impuestos. Pero no. Pero de todos los impuestos, no. Hay una tasa de alcantarillado que están cobrando y quiero pensar, porque soy buena persona, que la están cobrando sin saber que lo hacen. Es una vieja tasa que la puso en marcha el Gobierno de 2007 porque eran tiempos duros de liquidez. Una tasa de alcantarillado que cobra el Canal de Isabel II con el recibo del gasto del agua y que luego reintegra al Ayuntamiento. Una tasa rarita pero legal. Rarita porque todas estas cosas que se cobran aparte, metidas en otros recibos distintos siempre tienen un componente de opacidad. De hurto legal. El Gobierno de Pozuelo mete la mano en el bolsillo del vecino, en plan carterista, y el vecino ni se entera.
Pero, héteme aquí, que ese hurto legal (hurto porque no hay fuerza en las cosas ni violencia en las personas y legal porque la ley lo permite) la descubre el Grupo Municipal Ciudadanos. Y, cosa extraña, acogiéndose al Reglamento del Pleno (ya lo contamos aquí), dice que los tiempos de agobio económico han pasado y que es tiempo de quitar esa tasa. El Gobierno de Pozuelo nada en la abundancia y, ea, es tiempo de no cobrar esa tasa a los vecinos.
Estupefacción. No. No puede ser.
Pero ¿de qué van estos listillos de Ciudadanos? ¿Quiénes se han creído que son? Y, como suelen hacer los pillados en situación desabrida, empiezan a negarlo todo y a poner todas las trabas del mundo. En lugar de decir, ‘oye, pues es verdad’ y apuntarse, incluso, el tanto político de quitar la tasa, se echan al monte y buscan mil y una argucia legal para negar la mayor. Y vaya si lo niegan. Se monta una Comisión ad hoc y aprietan el botón del rodillo de la mayoría absoluta. ¿Se puede ser más torpe…?
-¿Pero no quedamos en que el PP es el partido que tiene como principio bajar los impuestos?
-Ah, ya, que eso en Pozuelo no tiene valor… ya.
El caso es que, como los han pillado recién levantados de la siesta, montan esa comisión rara, como digo. Una comisión que preside Diego de Arístegui, uno de los concejales degradados en la última e inexplicada remodelación Quislant, cuando en la comisión había dos tenientes de alcaldes: Isabel Pita y Beatriz Pérez Abraham. Puf.
Una comisión en la que no estaba Félix Alba, primer teniente de Alcalde y coordinador de la cosa. Ni Paloma Tejero, concejal de Urbanismo, y a quien afecta parcialmente. Ni Pablo Gil que le afecta de llevo. Y una comisión en la que estaba Calos Ulecia, que es el concejal de deportes y festejos ¿?. En la que estaba Almudena Ruiz, que nada menos que el cabo de los municipales de Guarronillas de Abajo ¿?. Y Pablo Rivas. Se supone que este concejal estaba en ella por aquello del botón del Smart City. Para el hipotético caso de que hubiera que apretar el botón en caso de tener que cortar o poner en marcha el agua. También había representantes, como es natural, de los tres Grupos Municipales de la Oposición. 6 a 4. Y a votar. Espera, Capitán. También había un par de técnicos que se afanaban en decir, brillantemente, que era una tasa obligatoria y que no se podía quitar. Yo es la primera vez que oigo que haya tasas obligatorias. Pero no, no es obligatoria. Es una tasa potestativa del Gobierno del Ayuntamiento. Lo mismo que la puso en su día, la puede quitar ahora. Salvo que, en medio, haya sucedido algo raro también…
Según me cuentan fuentes bien informadas, no pozueleras, salvo que el Gobierno de Pozuelo, sin haberle dicho nada a nadie, hubiese cerrado un acuerdo con el Canal de Isabel II en el que le cedía los derechos de esa tasa a cambio de que se encargase de la conservación del alcantarillado. Al Ayuntamiento le sale la pasta por las orejas y no necesita más dinero pero no tiene ganas de trabajar y se quita de en medio el muerto de la conservación del alcantarillado dejándola en manos del Canal de Isabel II. Y ahí es donde está el quid de la cuestión. Por eso, la tasa que era potestativa ha pasado a ser obligatoria…
¿Es verdad esto, señora Quislant?
Esa es la pregunta del millón. Esa es la pregunta que hay que responder. ¿No puede quitar la tasa por eso? ¿Es por eso por lo que niegan la mayor?
Puf. Esperemos acontecimientos porque esto no ha acabado en la Comisión. Queda toda una segunda vuelta.
La cantidad de cosas que vamos a saber con esto de la transparencia…
El Capitán Possuelo