La concejala de Cultura se burla de los vecinos de Pozuelo en los Presupuestos 2016, y, por ello, debería presentar su dimisión o ser cesada por la alcaldesa

No sé por dónde empezar la columna de hoy. No lo sé. Es posible que haya escrito mil quinientos artículos a lo largo de mi vida profesional. Más, posiblemente. Y de todos los temas y pelajes. Pero hacía mucho tiempo, mucho, que no sabía cómo empezar uno de ellos. Hacía varios lustros que, como hoy, no sentía el síndrome del folio en blanco. Estoy bloqueado.
El cabreo que tengo encima me impide escribir. Y, si lo estoy haciendo, es como recurso de distracción. Vieja técnica para que se me pase.
¿Qué mal pecado ha cometido Pozuelo de Alarcón para tener una concejala de Cultura como Mónica García Molina?
¿Alguien me lo puede decir? ¿Alguien lo sabe?
Yo me lo temía pero esperaba que en la memoria política de los Presupuestos Generales del Municipio, el nuevo Gobierno y, especialmente, la nueva concejala de Cultura se viniesen arriba y los vecinos flipásemos con las nuevas ideas que aportarían a la vida Cultural de Pozuelo.
Esta ciudad lo tiene todo para ser, como en Medio Ambiente, una referencia cultural en la Comunidad de Madrid. Incluso, más. Ningún pueblo o entidad de su entorno tiene los medios que tiene Pozuelo y ninguno, desde luego, el dinero que tiene Pozuelo para ser esa realidad. La cultura en Pozuelo es la concejalía Chollo. Como lo es Medio Ambiente. Pero si, en la de Medio Ambiente, lo importante son las cacas de los perros y en la de Cultura los objetivos son estos:
Esto es lo que han parido en esa concejalía de Cultura. Esas son sus nuevas ideas.
¿Se puede tener más cara dura política?
Ahora entiendo las razones de el escándalo de la obra «Juicio a una zorra». A esta relación solo falta incluir que se cuidarán de comprar ambientadores para que el MIRA Teatro huela bien. ¡Qué poca vergüenza!
No aportan ni una sola idea. Todo es rutina barata. De manual. Parece sacado de El Rincón del Vago. Wiki total. Generalidades. Y no sigo calificando esta tomadura de pelo porque luego la alcaldesa Quislant se pone triste porque dice que mi crítica es personal.
La ineptitud política sí que es personal, alcaldesa.
Luego, la chica del millón de euros, para rellenar su memoria política y hacer bulto, se vuelve a burlar de los pozueleros con el tema de la Bibliotecas. Lean y opinen sobre lo que la señora Mónica García Molina va a hacer con las Bibliotecas:
Dice la chica del millón de euros que va a promover los hábitos de lectura. Bien. Lo raro sería que fuese a promover la cría de gamusinos en las Bibliotecas.
¿A que usted, amigo lector, ha pensado como yo, tras conocer las nuevas ideas de esta genio de la política? ¿A que usted ha pensado también que, para estos objetivos, la concejalía de Cultura no necesita Concejala?
Esto lo puede hacer cualquier persona bien mandada. No se aporta ninguna idea y sólo se limita a decir que hará lo que manda el manual de la buena concejala de Cultura de cualquier pueblo de España. Relean el primer texto. Por ejemplo, el Primer objetivo:
Alucinante. Creo que incluso no resiste un mínimo análisis sintáctico.
Ya ni me queda ni un pase. En este momento, pido la dimisión de la concejala de Cultura Mónica García Molina. Y si no dimite, cosa que entiendo con el dinero que gana, que la alcaldesa Quislant la cese en sus funciones y pase a ser una concejala sin cartera en el Pleno.
Esto no se puede ser sólo un problema de torpeza. Esto es pasotismo y burla.
(Seguiré comentando las memorias políticas de más concejalías en los Presupuestos Generales del Municipio. Algunas son auténticos joyas del absurdo)
El Capitán Possuelo