Pozuelo con las Víctimas del Terrorismo, como tiene que ser

(09-07-14) Corren malos vientos para las víctimas del terrorismo. Desde el norte baja un aire emponzoñado que quiere igualarlas a sus verdugos y, si no se hacen cosas para impedirlo, lo conseguirán. Vienen muy protegidos de la mano de los propios asesinos y de los que siempre han recogido las nueces cuando los criminales movían el árbol a base de goma 2 y tiros en la nuca. Quieren borrar la memoria del horror. Quieren que olvidemos tanto dolor y tanto sufrimiento gratuito como provocaron en España. Incluso, ya hay por ahí un bolivariano, construido artificialmente por dos cadenas de televisión, que asegura que había razones políticas para que ETA matase. Qué ignominia.
Algunos de los que tuvimos que estar cerca, profesionalmente, de aquella barbarie sabemos el daño que causaron sin ninguna razón. Incluso, después de una amnistía generosa. A algunos nos tocó informar, además, de lo que no queríamos informar. Porque, al hacerlo, sabíamos que les estábamos haciendo un favor. Pero tuvimos que hacerlo porque era nuestra obligación. Sin embargo, ahora quieren que lo olvidemos. No pasó nada. Cosas de la política. No se puede consentir.
La democracia, pese a lo que nos quieren hacer creer, es Justicia por antonomasia. En democracia, el que la hace tiene que asumir su culpa y pagarla. Ellos mataron gratuitamente, ahora deben pagar. Lo demás sería antidemocrático por injusto.
Junto a esto, cualquier país que se precie debe apoyar a las víctimas. Y más cuando las víctimas del Terrorismo en España son ejemplares. Con lo fácil que les hubiera sido el ojo por ojo… Por eso, me alegra enormemente que el Ayuntamiento de Pozuelo haya renovado su acuerdo con la AVT para intentar detener ese viento del norte, frío y despiadado, que quiere confundirlo todo. Hay que detenerlo porque, aparte de asesinos, son muy listos en el dominio del lenguaje y hay que impedir que todo lo enmarañe…
Los terroristas siempre fueron muy inteligentes con las palabras. En español, curiosamente. Tan inteligentes que consiguieron meterlas en muchos ciudadanos. Eran comandos y no bandas. Hablaban de impuesto revolucionario y no de extorsión. Hablaban de cárcel del pueblo y no de secuestros vulgares. Llevaban a cabo ejecuciones y no asesinatos. Ahora hablan de paz cuando nunca hubo guerra.
Dice la nota de prensa que, en el acuerdo con la AVT, se contempla que el Ayuntamiento organizará actos de convivencia por la paz (tristemente, hasta en el propio Ayuntamiento está ya metida la palabrita), conferencias, seminarios, jornadas y otros eventos en torno al problema del terrorismo. Me parece fantástico. Y ejemplar. En todos los ayuntamientos tendrían que hacerse estos acuerdos. Esta lucha debe realizarse de cerca. Pueblo a pueblo. El Estado queda demasiado lejos.
Esperemos que, al menos este año, se eviten los torneos de pádel en Pozuelo. Manda carajo.